Los policías que trasladaron al asesino desmienten que estuviese confuso tras el crimen

Los agentes de policía que prestaron declaración esta mañana en la segunda sesión del juicio por el crimen de los dos mellizos de diez años registrado el 21 de agosto de 2011 en A Coruña han señalado que el autor confeso, Javier Estrada, se entregó y contó lo que había ocurrido "con todo lujo de detalles".

Así, han dicho que en el momento del traslado de Javier Estrada del lugar de los hechos, en el barrio de Monte Alto, a la comisaría, éste se encontraba "tranquilo" y se mostraba "coherente" y totalmente consciente de lo que había pasado.

La versión de los agentes contrasta con la actitud que mostró el acusado en la primera sesión de la vista oral en la Audiencia Provincial, ya que la mayor parte de sus contestaciones se basaron en frases como: "estaba fuera de mí", "no me pude controlar", "no lo recuerdo" o "no era consciente".

Los agentes llamados a declarar también han coincidido en que la actitud de Mar Longueira, madre de las víctimas, no fue la habitual en este tipo de casos, dado que se mostró "fría y distante" y "no lloró en ningún momento" y que respondió a todas las preguntas de una forma lógica e "incluso aportando fechas y datos".

Se recogió su testimonio, de hecho, la misma tarde de los hechos, y no precisó de ningún tipo de apoyo psicológico para realizarla, han indicado los agentes, aunque señalaron que a pesar de que esta reacción les resutó extraña, al ser preguntados, han considerado que este comportamiento puede deberse al impacto producido por la tragedia.

"Ella estaba distante, no lloró, estaba como ausente. Es un golpe muy fuerte", ha declarado uno de los policías, y otro de sus compañeros ha reparado en que las emociones "son las propias de cada persona" y que cada uno se muestra de una manera.

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