Los planes para restaurar A Chaira están parados desde hace 20 meses

El alcalde reconoce que tras el rechazo de Iberdrola a vender el poblado a un extranjero para reconvertirlo en un complejo turístico no se dieron nuevos pasos para reconducir los planes
Dos de los doce edificios que componen el poblado de A Chaira
photo_camera Dos de los doce edificios que componen el poblado de A Chaira

El futuro del poblado de A Chaira, ubicado en el municipio de Pantón, está en el aire. Desde que en marzo de 2014 trascendiera la ruptura de un acuerdo entre Iberdrola y un inversor extranjero para recuperar los inmuebles que en su día ocuparon los trabajadores del embalse de Santo Estevo y reconvertirlos en un complejo turístico, no se dieron más pasos para restaurar el entorno.

Cuando el trato entre las firmas privadas se rompió, el alcalde de Pantón, el popular José Luis Álvarez, dio parte a la Xunta de todo lo ocurrido con el objetivo de que la Administración autonómica mediase para que de una u otra forma se ejecutase ese plan. El regidor manifestó en aquel momento que a Feijóo le había interesado la propuesta y que compartía la idea de que el lugar de A Chaira era un emplazamiento ideal para desarrollar una iniciativa turística.

Sin embargo, desde aquel momento no se dieron nuevos pasos. El alcalde explicó ayer que no había novedades y que todo seguía como en marzo de 2014.

El poblado de A Chaira pertenece a Iberdrola, la empresa que lleva el embalse de Santo Estevo, y está compuesto por doce edificios de diferentes tamaños y una iglesia. Los edificios se construyeron entre 1945 y 1856 y estuvieron ocupados por trabajadores de Iberdrola hasta los años 80. Desde que quedaron vacíos, la hidroeléctrica se desentendió de los inmuebles que quedaron abandonados y fueron objetivo de varios actos vandálicos. Hace unos años, la compañía los puso a la venta y un inversor extranjero se interesó por su compra, estipulada en 250.000 euros. El reto era crear en ellos un complejo turístico.

El trato se llevó con discreción, sin embargo, en marzo de 2014 la inmobiliaria que intermedió en las gestiones anunció que Iberdrola había dado marcha atrás, para disgusto, entre otros, del propio alcalde, que se había involucrado en las gestiones y había dado todas las facilidades a los inversores.

Tras ese varapalo, la idea del regidor era que la Xunta mediase para continuar con ese proyecto y otro similar, pero, según reconoció ayer, está todo parado.

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