Los peritos confirman que había ADN de Morate en la botella hallada junto a los cuerpos de las víctimas

Marina Okarinska, exnovia del acusado, murió de forma "violenta, por estrangulamiento por asfixia mecánica" después recibir un golpe en el cráneo
Fotografia tomada del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Provincial de Cuenca donde se celebra la cuarta sesión del juicio contra Sergio Morate
photo_camera Fotografia tomada del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Provincial de Cuenca donde se celebra la cuarta sesión del juicio contra Sergio Morate

Técnicos de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Nacional han confirmado este jueves que había ADN de Sergio Morate en la boquilla de una garrafa de agua hallada junto a la fosa de Palomera (Cuenca), donde aparecieron los cadáveres de Marina Okarinska y Laura del Hoyo.

Las dos agentes, que han comparecido por videoconferencia en la cuarta sesión del juicio que se sigue contra Sergio Morate al que se le acusa de ser el presunto autor de dos delitos de asesinato de las dos jóvenes, han señalado que en las primeras muestras, tomadas en el exterior de la botella, no encontraron restos concluyentes, pero las segundas muestras remitidas al laboratorio, correspondientes a la boquilla del envase, sí se corresponden con el ADN de Morate.

Preguntadas por el Ministerio Fiscal acerca de qué probabilidad estadística hay de que este material genético sea el del acusado, han replicado que existe "un cuatrillón" de posibilidades más de que estos restos sean de Morate antes que de cualquier otra persona que no sea su familiar. Se trata de un tipo de botella de agua de Lourdes, han indicado los investigadores en el desarrollo del juicio, muy específicas y similares a las que tenía la familia Morate en su domicilio.

La defensa de Morate, por su parte, ha inquirido en varias ocasiones acerca de la forma en que se tomaron las diferentes muestras y quién las envió al laboratorio. Además ha hecho hincapié en su interrogatorio en que no se encontraron restos de las víctimas en ninguna de las pruebas remitidas al laboratorio.

El abogado ha preguntado directamente, con respuestas siempre negativas, si había ADN de Marina y Laura en el Opel Frontera que usaba habitualmente al acusado, en el Seat Ibiza con el que viajó a Rumanía o en el del mismo modelo que pidió prestado a un conocido.

Según las peritos, sí que había en el Chevrolet Kalos de Laura del Hoyo, pero en este no había correspondencias con el ADN del acusado.

También han declarado a lo largo de la mañana diferentes técnicos tanto del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses, aunque la comparecencia prevista por videoconferencia desde Ucrania del marido de Marina, V.D., no se ha producido por imposibilidad técnica en su juzgado de origen y se ha renunciado a ella, pese a las protestas de la defensa.

DATOS SOBRE LA MUERTE DE OKARINSKA. Marina Okarinska murió de forma "violenta, por estrangulamiento por asfixia mecánica" después de haber recibido un golpe en la parte posterior del cráneo que no le produjo fractura pero la dejó "inconsciente y absolutamente indefensa".  Así se desprende del testimonio vertido durante el juicio que dictaminará si Sergio Morate es el culpable de su muerte por parte de uno de los tres forenses que participaron en la autopsia practicada a su cadáver. Igualmente, se ha aportado como dato que por "instinto de supervivencia" la víctima intentó "liberarse del obstáculo que le impide respirar", por lo que se provocó cuatro estigmas que derivaron en el depósito de restos de sangre en las uñas de su mano derecha no compatibles con sangre de varón. 

A lo largo de su exposición, ha aclarado que su asesino le colocó alrededor del cuello una brida de 50 centímetros de largo que, una vez cerrada la cremallera, lo redujo a 8 centímetros de diámetro, cuando su perímetro alcanzaba los 23 centímetros, de modo que la presión le provocó el colapso de la laringe, la falta de oxígeno y, consecuentemente, la muerte.

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