Los partidos judiciales

Ninguno de los 45 partidos judiciales actuales en Galicia desaparecerá. Frente a la reforma de Ruiz Gallardón, se impuso la singularidad de Galicia que defendió la Xunta. La continuidad de los partidos judiciales es una noticia que se recibe bien en la provincia de Lugo desde Mondoñedo a Sarria, desde Ribadeo a Chantada o a Monforte. La presión desde la ciudad de Vigo, que saldría perjudicada por la reforma, fue fuerte. La «singularidad» de Galicia, que existe en este asunto con ejemplos tan claros como Vigo o Santiago, suponía también riesgos electorales. La reforma de Ruiz Gallardón, que tampoco en ese asunto encuentra apoyos de casi nadie, no dejará a Galicia con apenas cuatro tribunales de instancia, uno por capital de provincia, como pretendía. El encuentro con Feijóo y Rueda sirvió para transmitir que no se tocan los partidos y que habrá más tribunales de instancia que los de la cabecera de provincia, en Santiago, Vigo y Ferrol, tras ceder Alberto Ruiz-Gallardón. Es una noticia que llega al iniciarse agosto y que nos situará ya en plena precampaña de las elecciones locales.

Condena

La condena judicial que inhabilita a nueve años a José Luis Baltar es al caciquismo y al clientelismo político. Esos 104 enchufes en la Diputación de Ourense sobrepasaban la formas de ese clientelismo partidario, extendido y vigente, para acceder a puestos de trabajo en las administraciones públicas. La amplia discrecionalidad para nombrar y contratar personal en las administraciones públicas es una reforma necesaria cuando se da por finalizada la Transición. Entonces fue un temor a riesgos de franquismo infiltrado en las administraciones. La necesidad hoy es de respetar la profesionalización y aplicar criterios objetivos en el acceso.

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