Los padres pagan la dolorosa

El grupo Pés Ceibes representó ayer la obra ‘Pin Pam’ en el San Froilán Miúdo (Foto: J.Vázquez)
photo_camera El grupo Pés Ceibes representó ayer la obra ‘Pin Pam’ en el San Froilán Miúdo (Foto: J.Vázquez)

48 HORAS. Comienza la cuenta atrás. Los padres se frotan las manos ante la inminente traca final de las patronales. Sus bolsillos, maltrechos aún por la cuesta del comienzo del curso, podrán tomar oxígeno cuando el miércoles se entone el ‘pobre de mí’. Los niños, que no entienden de contención de gasto, ni de cuadrar las cuentas domésticas, se quedarán sin argumentos para chantajearlos emocionalmente para que les dejen hacer el penúltimo viaje en alguna atracción del San Froilán.

Una pareja, que rehuye los días de más aglomeraciones, acude al ferial con sus dos hijos. Al mayor, de once años, le tiran las atracciones que jalonan la explanada del pabellón viejo. A la menor, que va camino de los cinco, se conforma con el primer tramo del parque.

El precavido matrimonio, curtido en mil sanfroilanes, aprovecha para la pequeña la oferta de los carruseles infantiles, seis viajes por diez euros -uno cuesta tres-. Las fichas se pueden gastar en varios días. No tienen la misma suerte con el mayor.

La primera parada es el scalextric. La oferta es múltiple, un coche de lujo; una moto que lleva una pegatina de Benjamín Grau, un piloto de los años 70 que a duras penas recuerda el padre, o un camión de bomberos con campanilla, casco y extintor incluidos. Primero se decanta por un Porsche y después por el vehículo de dos rueda. Cada viaje dura en torno a cuatro minutos. Suena la banda sonora de Grease, que se pelea con el «que sí, que sí, que el jamón le toca aquí», que repite el speaker de la tómbola de enfrente.

Sin solución de continuidad la segunda parada son los caballitos, una atracción rentable en duración. Los equinos de la fila exterior están bautizados, los de las dos interiores no. Tienen nombres como veloz, luna o, como no, furia.

Es el turno del mayor. El precio de las atracciones que le interesan, Viking show, Cyclone o Disko loco es paritario, tres euros y medio cada una a cambio de un subidón de adrenalina y un ofertón de mareos.

Antes de finalizar aún hay tiempo para pinchar globos con dardos -dos euros-; pescar patitos -cinco euros por otros tantos ánades- y un viaje compartido en un mareante gusano para conseguir un par de globos gigantes -cinco euros los dos-.

Tanto ajetreo abre el apetito. La oferta gastronómica para los más pequeños va desde una docena de churros por tres euros, hasta un perrito simple, patatas con salsa o almendras garrapiñadas por 2,5 euros cada uno o algodón de azúcar por un par de euros.

Hay que hacer cuentas debido a los bonos de las atracciones infantiles, pero la dolorosa por pasar entre dos y tres horas con dos niños en el ferial ronda los 30 euros. La alternativa lúdica más económica es el San Froilán Miúdo.

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