Los opositores no se resignan y ponen sus esperanzas en la revisión de los sufragios

Después de horas de angustia esperando los resultados de una elección que muchos sentían por primera vez ganada, los opositores venezolanos se secaron hoy rápido las lágrimas tras la ajustada derrota de Henrique Capriles y pusieron su esperanza en la revisión de votos.

En el comando de campaña opositor, una carpa instalada para la ocasión en una plaza al sureste de Caracas, los rumores sobre una eventual victoria de Capriles iban y venían a lo largo de la noche con un sentimiento de euforia contenida al creer que, por primera vez en 14 años, podían ganar al chavismo.

Al escuchar los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) que dieron al presidente encargado del país Nicolás Maduro un 50,66 % de los votos frente a un 49,07 % de Capriles, algunos no pudieron evitar las lágrimas de rabia, una cierta resignación, pero también de ese sabor agridulce de haberse quedado tan cerca.

"Yo, realmente, siento que la injusticia es la ley. Simplemente es una injusticia más que se suma y me parecía extraño ganar. Hemos estado muy cerca, pero nunca he visto una victoria, sólo en 2007, no la conozco desde que tengo uso de razón", decía con ojos llorosos Simoneta Espavieri, una estudiante de 22 años.

Pero, fue al escuchar la propuesta del rector del CNE Vicente Díaz, ligado a la oposición, de solicitar la auditoría del 100 % de las papeletas ante la ajustadísima votación que cambiaron todas las caras en el comando.

Con aplausos y gritos de "¡Sí se puede!", los opositores vieron una luz en esa vía, más aún cuando Capriles dijo en una breve pero enfática declaración al país que no reconocería los resultados hasta tanto no se hubiera revisado cada uno de los votos.

"La información que yo manejo es que Capriles sacó la mayoría en Venezuela. No estoy conforme con los resultados, hay que esperar la revisión de las actas y la auditoría que se haga", señaló quien fue secretario del fallecido presidente Rafael Caldera, Enrique Alvarado.

Orgullosos de escuchar el discurso firme de Capriles, sus seguidores le aplaudían a cada palabra bajo algún improvisado "¡así se habla, carajo!" y entre la tímida denuncia de algunos de un supuesto fraude.

Sara Omada, una comerciante de 27 años, también consideró que "los resultados no fueron los correctos ni los que el país esperaba" y aseguró que hubo "muchos atropellos" de parte del oficialismo tanto en la campaña como en esta jornada de votación.

"Tengo la mente positiva de que los resultados van a cambiar, Dios quiera que sí", manifestó.

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