La familia Medinaceli fue ayer el centro de atención en As Nogais. La hija pequeña del duque de Tarifa, Cecilia, celebró su primera comunión en la iglesia parroquial de Torés. Pablo de Hohenlohe, su esposa y sus hijas cambiaron por un día el verano de Marbella por un chaparrón de agosto en la Montaña lucense.
«Es una gente muy cercana y muy poco presumida», asegura Xerardo Pardo de Vera, un amigo cercano de la familia, también invitado a una ceremonia que ofició el vicario general de la diócesis de Lugo, Mario Vázquez Carballo.
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