El concejal de obras de Viveiro, Jesús Fernández Cal, asegura que la mayoría de los maderistas que trabajan en el municipio respetan el acuerdo al que llegó el sector con el gobierno hace dos años. El pacto consiste en que antes de iniciar una corta deben pasar por el consistorio a rellenar una solicitud para efectuar los trabajos y responsabilizarse de los daños que causen en las pistas, para lo que notifican el inicio y el final de la saca, y visitan con personal municipal o algún concejal los caminos que utilizarán.
El edil vivariense considera que hubo una mejora y que tienen cuidado, aunque las intensas lluvias del año pasado y del actual, así como la extracción los 365 días del año imposibilitan que todas las pistas estén en las condiciones adecuadas. Cal señala que algunas empresas tienen pendientes arreglos, pero reconoce la dificultad de acometerlos con una situación meteorológica adversa por la poca durabilidad de las reparaciones. También añade que en algún momento puntual pararon las cortas por las intensas lluvias.