La localidad de Burela lleva varios días celebrando la denominada Semana da Mobilidade, pero fue este domingo cuando se marcó el reto de mostrar abiertamente la posibilidad de utilizar a diario menos el coche de lo que se viene haciendo. Para mostrar que no es una quimera ni un brindis al sol, cerró al tráfico rodado algunas de sus calles más céntricas como Curros Enríquez o Eijo Garay. El espacio que ganaron los peatones se destinó a diversos fines pensados todos ellos para disfrute de la gente de a pie.
Entre ellos se encontraba un objetivo solidario. El colectivo Mulleres en Igualdade aprovechó esta momentánea jornada sin vehículos en pleno centro del pueblo para instalar una mesa en la que hicieron una recogida de alimentos que luego destinarán a ayuda a los refugiados.
Para la tarde se guardaron muchas de las actividades que estaban diseñadas para el disfrute de los más pequeños aprovechando la jornada de sol y hubo juegos populares, deportes en la calle, talleres de manualidades y hasta el Burela Fútbol Sala Pescados Rubén se sumó a la fiesta con varios de sus jugadores y jugadoras. Tampoco faltó la música.