La residencia de atención integral para personas con discapacidad de Bóveda tiene en la actualidad 75 usuarios, pero su reto es que los servicios trasciendan más allá de esas personas y pueden beneficiar a otros colectivos de la zona que no hagan uso diario de las instalaciones.
Con ese reto, el centro acoge desde ayer y hasta el martes unas jornadas sobre juegos tradicionales de todo el mundo, que pretenden potenciar cualidades como la creatividad, psicomotricidad y memoria de las personas que tengan algún tipo de discapacidad. Las jornadas también están pensadas para fomentar la sociabilidad. Es decir, se busca que a través de esos juegos, los usuarios del centro se relacionen con personas externas a las instalaciones que tengan o no discapacidad.