El ministerio fiscal acusó de homicidio imprudente a cuatro encargados de dos empresas por su presunta responsabilidad en la muerte de un operario -que se electrocutó cuando limpiaba una línea de alta tensión en el municipio de Viveiro-, una acusación que la defensa trató de rebatir alegando que el hombre acudió a su puesto de trabajo ebrio y cometió una imprudencia.
Para avalar este argumento, la defensa recurrió a los servicios del psiquiatra forense José Cabrera Forneiro -conocido por sus frecuentes apariciones en numerosos programas de televisión-, quien se trasladó ayer a Lugo para declarar como testigo. Cabrera confirmó que el fallecido había ingerido alcohol antes de su muerte, lo que podría haberle llevado a cometer una imprudencia.