Los jabalíes causan estragos en varias plantaciones de Monforte

Los jabalíes han vuelto a hacer de las suyas en la monfortina parroquia de Ribasaltas. Este viernes arrasaron completamente una plantación situada en el lugar de As Lamas, un patatal que ocupaba una superficie de 1.500 metros cuadrados, por lo que se cree que tuvo que ser una gran manada la que actuó en este lugar, como en otra finca dedicada a huerta situada en las cercanías. 

El vecino más afectado señaló que desde hace años se producen incursiones de jabalíes en esta parroquia casi urbana de Monforte, pero que hasta ahora los daños causados eran mínimos. "Temos as fincas pechadas e algún que outro veciño ata dispón de pastores eléctricos para intentar que os xabaríns non fagan unha desfeita", indicó, al tiempo que dejaba patente que ni cierres ni sistemas para ahuyentarlos son realmente efectivos. En este sentido, habló del celo que ponen los propietarios del campo de golf Río Cabe, situado en la zona, para que los jabalíes no levanten el terreno de juego. 

LAS CAUSAS. Entre las posibles causas de un aumento de las incursiones de los cerdos salvajes en Ribasaltas, el propietario del patatal afectado manifestó que por un lado puede estar la cada vez mayor cantidad de ejemplares existentes, que buscan comida desesperadamente, y la cercanía del río Cabe, adonde acuden a beber. 

En cuanto a los daños económicos ocasionados al perderse toda la producción de patatas que tenía, el afectado no supo cuantificarlos, limitándose a decir que habían sido muchos. También dejó patente su desánimo ante lo sucedido y "porque as administracións públicas non fagan nada para protexer os agricultores destes bichos. Eu pensei que deixando de plantar millo, que arrasaban todos os anos, estaba a salvo, pero vexo que non, que acaban con todo o que encontran ao seu paso, sexan produtos de horta ou patacas". 

MEDIDAS. La Xunta de Galicia acaba de anunciar que destinará un millón de euros a un plan para luchar contra los ataques del jabalí a las explotaciones agrícolas. 

Habrá ayudas para paliar los destrozos que los animales produzcan en los terrenos y la cuantía de las indemnizaciones oscilará en función del cultivo. Pero también habrá apoyo económico para prevenirlos, por ejemplo, financiando la compra de pastores eléctricos a los agricultores que los necesiten.