Un vecino, que ayudó a las víctimas: ''Atopei catro persoas xa falecidas e comecei a quitar xente de dentro''

Un vecino de Angrois relata como ''escuchamos una explosión y temblaron todas las casas, me acerqué al campo de la fiesta y encontré a cuatro personas ya falecidas, después empezamos a ayudar a quitar gente del vagón que estaba allí'', ''los vecinos están colaborando todos, las ambulancias llegan de todos lados y ahora (22.35, aproximadamente) estamos tratando de levantar ya el tren''.

Juan, otro vecino, contó: ''Cuando llegué abajo era todo chatarra y heridos, pude ver una señora y su nieto, heridos, y que me dijeron que el tren iba muy rápido. La verdade es que para que el tren llegará ahí arriba tenía que ir muy rápido o sino, no se explica, sería outra cosa''. ''Entré en los vagones para ayudar y no había nadie dentro'', concluye.

Los primeros vecinos que se acercaron hasta el lugar del accidente ferroviario en las inmediaciones de Santiago de Compostela ayudaron como pudieron a las víctimas del siniestro, bien sacándolas directamente de los vagones o aportando mantas y agua.

José Luis, que reside a aproximadamente un kilómetro del lugar exacto del accidente, en la parroquia de Angrois, relató a Efe que estaba en un bar con unos amigos y escuchó un fuerte estruendo, y que al ver pasar numerosos vehículos policiales decidieron seguirlos para comprobar qué había sucedido exactamente.

Apenas habían llegado las primeras unidades de emergencias, que solicitaban a los vecinos que aportaran mantas y agua, y José Luis y sus amigos ya habían optado por ello y por colaborar en la excarcelación de algunos accidentados.

Consiguieron sacar de uno de los vagones a un varón de 30 años y a otro de 60, ambos procedentes de Valladolid, quienes aturdidos y desorientados lo primero que hicieron fue preguntar por su pareja, y el más mayor, por su esposa.

Abel Rivas e Iván Ramos, dos jóvenes vecinos del lugar del accidente, también fueron de las primeras personas en prestar auxilio a las víctimas.

Ambos jóvenes, de entre 25 y 30 años, se declararon "muy impactados" y afirmaron que habían presenciado escenas como nunca habían visto.

"Escuchamos un ruido tremendo, enorme, como nunca. Bajamos y ya vimos el convoy separado en dos trozos", explicaron en declaraciones a Efe.

"Estamos muy impactados, es inexplicable", añadieron.

Las versiones sobre el accidente, entre los testigos, son contradictorias.

Unos hablan de ruido previo al descarrilamiento, y otros de un chirrido muy fuerte, como un frenazo, y luego un estruendo.

Iván y Abel se encontraban en casa a escasos metros de las vías cuando se produjo el accidente.

Por su parte, algunos de los pasajeros que han resultado heridos dijeron que no escucharon ninguna explosión antes del descarrilamiento.

Mientras los equipos de emergencias se afanaban en evacuar y atender a las víctimas se vivieron algunas escenas de tensión, como la protagonizada por una señora que gritaba "¿dónde está mi hija? Necesito verla".

Afirmó que su hija viajaba en el tren accidentado y que había ido a recogerla a la estación de Santiago.

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