Los frioleses reciben con aplausos y lágrimas el cadáver de Villamor, su héroe del Orzán

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Solo el sonido de las campanas de la iglesia parroquial y los aplausos rompieron ayer el profundo silencio con el que los vecinos de Friol recibieron los restos mortales de su nuevo héroe, el agente de la Policía Nacional José Antonio Villamor Vázquez, fallecido en A Coruña cuando intentaba rescatar a un estudiante de Erasmus eslovaco que se había metido en el mar en la playa de Orzán.

Fue un silencio frío (menos 5 grados en el exterior), que reflejaba la desesperación de una familia y muchos vecinos y amigos, y que solo se rompió a la llegada del coche fúnebre que trasladó los restos mortales desde A Coruña y que fue recibido con aplausos poco después de la nueve de la mañana.

Unas setecientas personas, según el alcalde de Friol, Antonio Muiña, se dieron cita en el pabellón municipal de los deportes para asistir al funeral de cuerpo presente. Además de su pareja, hermanos y padres, numerosos compañeros del fallecido, tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil y la Policía Local de A Coruña, estuvieron presentes en el acto.

Docenas de coronas y ramos de flores eran testimonio de las muchas personas y colectivos que, aunque no pudiesen estar presentes en el acto religioso, querían que quedase patente su dolor por la muerte de este joven friolense. Entre las flores depositadas en el pabellón municipal había muchas de compañeros de la Policía Nacional de distintos puntos del país, entre ellas las que enviaron los agentes de Arrecife (Lanzarote), donde Villamor comenzó su carrera policial.

La embajada de Eslovaquia en España también mandó un ramo de flores, en agradecimiento por la ayuda desinteresada que el joven agente y sus compañeros intentaron prestar a su súbdito para evitar su muerte.

MEDALLA DE ORO
Antes de iniciarse el funeral, que fue cooficiado por el párroco de la localidad y otros sacerdotes, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, impuso a José Antonio Villamor la Medalla de Oro al Mérito Policial,a título póstumo, máxima distinción que se le puede conceder a un funcionario público que muere en acto de servicio.

El secretario de Estado de Seguridad se encargó personalmente de leer el acta por la que se concedía la distinción a José Antonio Villamor y depositó la insignia sobre el féretro, momento en el que la familia fue incapaz de aguantar el llanto.

Durante el acto religioso, el párroco friolense hizo referencia al comportamiento heroico del agente, que dio su vida por salvar la de un desconocido, pero, sobre todo, centró su homilía en la actitud del católico frente al dolor, «derivada -dijo- de la confianza en Dios».

«Vivimos pendientes de un hilo, lo que refleja nuestra fragilidad como seres humanos», indicó el sacerdote, para añadir que «el dolor y la muerte fueron vencidos por Cristo, cuya resurrección es una muestra de la nuestra». En este sentido, recomendó a familiares y amigos que se apoyasen en la esperanza de la resurección de los muertos para hacer frente a los dolorosos y duros momentos que están atravesando por la pérdida de su ser querido.

AUTORIDADES
Al funeral asistieron numerosas autoridades, encabezadas por el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, que estuvo acompañado por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en representación del Ministerio del Interior.

Además, asistieron, entre otros, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; el conselleiro de Presidencia, Javier Rueda; el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo; la delegada territorial de la Xunta, Raquel Arias; la diputada provincial socialista Regina Polín y el senador y presidente provincial del PP, José Manuel Blanco, acompañado por el secretario general del partido, José Manuel Balseiro.

También estuvieron presentes los principales cargos de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la provincia de Lugo.

Tras el funeral, el ataúd fue sacado a hombros por miembros de la Policía Nacional y amigos y familiares del fallecido.

Siete coches fúnebres constituyeron la comitiva para transportar el ataúd y las flores hasta el cementerio parroquial de Pacio, donde fue enterrado entre grandes muestras de dolor, sobre todo de su madre y de su pareja.

Por expreso deseo de la familia, se restringió el paso a los medios de comunicación, tanto en el funeral como en el posterior entierro.

HEROÍSMO
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, destacó ante los medios de comunicación «el acto de heroísmo» del agente José Antonio Villamor y explicó que trasladó a su familia, a sus compañeros y a los gallegos su dolor ante esta tragedia, lo que le hizo merecedor de la máxima condecoración que concede el Cuerpo Nacional de Policía en un acto que es de «justicia», dijo, y que intenta «resaltar el ejemplo y el estímulo que supone este heroísmo» para los agentes y la ciudadanía.

Agradeció, asimismo, a todas las instituciones y a quienes trabajaron de manera incansable por recuperar los cuerpos de los tres funcionarios porque «eso es un gran alivio para las familias».

Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad transmitió a la familia de Villamor, en representación del Gobierno, el pésame del Rey y del presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

OPERATIVO
Sigue la búsqueda del joven eslovaco por tierra, mar y aire

La búsqueda del estudiante eslovaco desaparecido el pasado 27 de enero en la playa coruñesa del Orzán continuó ayer entre Punta Langosteira y cabo Prioriño con unidades marítimas y aéreas, así como por tierra. Cinco helicópteros y ocho buques formaron el operativo de rastreo por aire y mar, junto a buzos en las playas del Orzán y Riazor y efectivos de la Policía Nacional y local, Guardia Civil y bomberos por tierra.

Helicópteros
Las unidades aéreas que participan en el operativo son el helicóptero de Salvamento Marítimo Helimer 210, los Ángel 27 y Ángel 29, de la Policía Nacional; el Cuco, de la Guardia Civil y el Abeja 28, de Tráfico.

El estudiante desapareció en la playa del Orzán hace ocho días.

LOGÍSTICA
El Concello de Friol cuidó hasta el mínimo detalle

El Concello de Friol organizó con extremo cuidado todos los detalles para recibir el cuerpo sin vida de su vecino José Antonio Villamor.

En un tiempo récord, no solo acondicionaron adecuadamente el interior del pabellón deportivo para darle al espacio la solemnidad que precisa un funeral, sino que se ocuparon de buscar sillas, incluso en la ciudad de Lugo, para que el mayor número posible de personas siguiese el acto religioso cómodamente.

Cañones de aire caliente
El Concello, que preside el popular Antonio Muiña, tuvo en cuenta el frío registrado en los últimos días e instaló unos cañones de aire caliente, que estuvieron encendidos desde el viernes, para caldear el pabellón municipal.

RECONOCIMIENTO
La embajada de Eslovaquia envió un ramo de flores en agradecimiento al agente fallecido

CONDOLENCIAS
El secretario de Estado de Seguridad transmitió a la familia el pésame del Rey y de Mariano Rajoy

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