Los ecologistas piden a la UE que pare los planes de Iberdrola en el río Sil

Recreación del pantano que pretende construir Iberdrola en la Ribeira Sacra (Foto: EP)
photo_camera Recreación del pantano que pretende construir Iberdrola en la Ribeira Sacra (Foto: EP)

Los ecologistas de la Fundación Germán Estévez remitirán a la Unión Europea un informe sobre el proyecto que pretende sacar adelante la empresa Iberdrola en el río Sil con la construcción de una gran balsa de agua en lo alto de la ribera, concretamente en la zona ourensana de Santa Cristinas. Desde ese pantano artificial se tomaría agua del embalse de Santo Estevo, enclavado entre los municipios de Sober y Nogueira de Ramuín, para conseguir mayor rentabilidad económica con una nueva central subterránea, a pocos metros de donde el año pasado se colocan turbinas accesorias para lograr más potencia.

Los técnicos y voluntarios de Germán Estévez recogen datos para «frenar el nuevo atentado que quiere materializar cuanto antes Iberdrola en la Ribeira Sacra».

Mientras se ultima el informe para remitir a la UE, los patronos de la fundación quieren que los partidos políticos convoquen cuanto antes a sus comisiones permanentes para efectuar un seguimiento sobre obras que ya están en marcha tanto en Os Peares como en Belesar, en estos casos a cargo de la empresa Gas Natural Fenosa.

Apuntan los ecologistas que tanto los trámites que realiza Iberdrola sobre el proyecto de Santa Cristina, como Gas Natural Unión Fenosa en sus presas del Miño, «no están suficientemente controlados por las formaciones políticas ni por las administraciones».

Ante esa premisa, Germán Estévez remitirá requerimientos a la Consellería de Cultura «para que se pronuncie sobre estas obras en un área de régimen de protección y en la que está el monasterio de Ribas de Miño, en Belesar, como en el entorno de los restos del cenobio de Santa Cristina, en Parada de Sil y A Teixeira».

Competencia

La fundación ecologista y defensora del patrimonio solicita en primera instancia a Cultura que dictamine a qué administración compete controlar las cavernas que se realizan en Belesar y las que se pretenden hacer en Santa Cristina. En opinión de Germán Estévez, corresponde a la Xunta, pues la Ley 3/2008 sobre la ordenación minera de Galicia relega las competencias de las galerías subterráneas a una autorización perceptiva de la Xunta.

El colectivo también se dirige a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras para que se manifieste en torno a la afección paisajística de una obra que «tendrá un movimiento de tierras de 40 hectáreas, es decir, el equivalente a 40 campos de fútbol». Para la fundación, «es indudable que las obras cambiarán el aspecto natural de los cañones del Sil, que afectará al medio y además a los recursos turísticos, más cuando las obras se prolongarán durante cinco años».

Otra de las iniciativas de la fundación Germán Estévez será dirigirse al presidente de la Xunta y a la ministra de Medio Ambiente para que no permitan que se acometan alteraciones en el entorno del monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, cenobio declarado Bien de Interés Cultural en 2008 por la Dirección Xeral de Patrimonio.

Emblemático

El monasterio data del siglo XII y es uno de los mejor conservados de su época de toda España. Germán Estévez apunta que llaman la atención sus alrededores por estar repletos de bosques de castaños centenarios. «Aportan un alto valor patrimonial, natural y paisajístico, al tiempo que se posiciona como un emblema de la Ribeira Sacra», indicó la fundación.

El grupo pregunta además «cuánto empleo turístico y medioambiental se destruirá si se lleva a cabo el proyecto de Iberdrola en Santa Cristina y los de Gas Natural Fenosa en Belesar y Os Peares.

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Alegaciones

 

Xosé Manuel Pérez Bouza / Senador

El BNG registró en el Senado una serie de alegaciones al proyecto de Iberdrola por el «impacto» que tendrá en un «entorno privilegiado del Cañón del Sil», considerado como «muy frágil».

El senador nacionalista, Xosé Manuel Pérez Bouza, subrayó que se trata de un proyecto «puramente especulativo por parte de la empresa y que tendrá «consecuencias» para el medio ambiente, «no sólo cuando esté finalizado, sino también durante el tiempo que duren las obras», estimado en ocho años, al utilizar para ello camiones de gran tonelaje y explosivo.

Explicó que las alegaciones presentadas en la Cámara alta están destinadas a desmontar algunos argumentos que utiliza Iberdrola para ejecutar el proyecto y que no son ciertos o, cuando menos, no se ajustan a la realidad.

Pérez Bouza aseguró que el proyecto no responde a ningún criterio de utilidad pública ni interés general, ya que, según él, el sistema eléctrico del Estado español está suficientemente dimensionado y estabilizado sin necesidad de dotarlo de nuevos aprovechamientos. «Sobre todo, si van a tener un impacto en el medio ambiente como éste», recalcó el senador nacionalista de Ourense.

El diputado insistió en el «impacto negativo» que el proyecto tendrá a nivel medioambiental durante su ejecución. En ese sentido, no cree en «las buenas intenciones de la empresa», en alusión a que «vaya a poner en marcha medidas correctoras», en referencia al «nulo respeto que tiene desde el año pasado en Santo Estevo».

Medio ambiente

Pérez espera que el Ministerio de Medio Ambiente informe negativamente y no se le concedan los permisos de construcción a la hidroeléctrica, a fin de evitar que el proyecto se lleve a cabo.

Su grupo ya pidió que se amplíen la petición de la comparecencia de la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, en el Senado.

El nacionalista le demanda que «se ratifique en el compromiso de no conceder nuevos aprovechamientos hidroeléctricos ni en el Miño ni en el Sil». Asimismo, exigirá que lo refleje en algún texto legislativo antes de que finalice la presenta legislatura.

El BNG lleva el debate a la Cámara Alta y pide a Rosa Aguilar que intervenga

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