Los daños estructurales lastran la actividad de los auditorios lucenses

La mayoría tiene goteras desde su apertura, pese a haber recibido inversiones millonarias
Auditorio de Mondoñedo
photo_camera Auditorio de Mondoñedo

La gran mayoría de los grandes auditorios de la provincia de Lugo arrastran deficiencias desde su inauguración que lastran su actividad y generan incomodidades a sus usuarios. Estos centros, que en época de bonanza recibieron inversiones millonarias que hoy serían impensables por la crisis, requieren ahora de reparaciones imposibles de asumir por los concellos, a los que ya les cuesta hacer frente a los elevados gastos de mantenimiento.

La humedad es el gran enemigo de los auditorios lucenses. En varios casos apareció por haberse primado en los proyectos originarios el diseño de vanguardia frente a la climatología de la provincia, en la que llueve y con frecuencia. Esas malas decisiones constructivas parecen estar detrás de los continuos problemas de goteras en el auditorio de Vilalba, que acaba de subsanar la Xunta, y en el de Mondoñedo, en donde intervendrá la Diputación en breve.

Aunque esas goteras son la principal causa del deterioro que presentan estas instalaciones pese a sus pocos años de vida, varias de ellas también han arrastraron desde su apertura otras deficiencias, como problemas eléctricos y en la calefacción, que en varios centros aún no se han atajado.

Pasó en Monforte, en donde, por una chapucera instalación, durante años la climatización funcionó a medio gas. Pese a que se fueron solventado esa y otras deficiencias, lejos de acaparar la actividad cultural, el auditorio está hoy infrautilizado y en el día a día la casa de la cultura, más modesta, siguen siendo el referente. De hecho, el auditorio solo abre los viernes, para clases de danza, y en lo que va de 2015 solo acogió un espectáculo, a inicios de año.

También causa quebraderos de cabeza la red eléctrica en el teatro Pastor Díaz de Viveiro, en donde no aguanta encendida la calefacción, por lo que a los actos hay que ir bien abrigado en invierno. Al menos, aquí hay como coartada la antigüedad del edificio, que nació gracias al impulso del vivariense Nemesio Barreiro Casal en 1918, por lo que tiene un pedigrí histórico al que no se acerca ningún otro auditorio.

PARCHES PUNTUALES 
Todos esos fallos estructurales han obligado a inyectar fondos adicionales en estos grandes centros culturales pese a los dispendios del pasado. Por lo general, esas intervenciones han servido para mitigar los daños, pero no para erradicarlos, porque, por la crisis, ya no hay cheques en blanco para reformas integrales, sino ayudas para arreglos puntuales.

Se constata, por ejemplo, en Ribadeo, en donde se espera que la cubierta plana del auditorio Hernán Naval, poco apropiada para la lluvia, siga causando problemas pese a las obras de emergencia ejecutadas el pasado año.

LOS PRÓXIMOS
Un caso que ilustra a la perfección la rapidez con la que aparecen estos problemas, pese a esa inyección millonaria de fondos, es el de Chantada, en donde abrirá el próximo auditorio lucense. Y es que allí los desperfectos han llegado antes incluso que el público, en forma de daños en el parqué por el efecto del sol .

En Lugo también ha empezado la cuenta atrás para la apertura del auditorio. La Xunta prevé acabarlo y entregarlo este año al Concello, que será quien lo equipe y lo gestione. Aunque era muy demandado, preocupa su mantenimiento, que se prevé costoso por el tamaño y características del edificio -entre otras cosas, por su fachada acristalada-. Ourense tiene un centro de dimensiones próximas -10.500 metros- y le cuesta unos 120.000 euros al año.

Ese es otro de los caballos de batalla de los concellos, que se ven asfixiados por ese gasto. Es difícil cuantificarlo, porque los auditorios suelen estar en complejos que albergan otras instalaciones, como escuelas de música y locales de asociaciones, y la factura es conjunta. Ocurre en Monforte, en donde el Concello gasta en ese edificio unos 65.000 euros anuales.

Todos estos inconvenientes no intimidan en Sarria, en donde se ansía contar con un auditorio, al celebrarse cada vez más eventos y haberse quedado pequeña la casa de la cultura. Pese a esas aspiraciones, parece poco probable que, con la que está cayendo, aumente a medio plazo esta lista de grandes auditorios en la provincia.

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