Los colegios volvieron a tomar el casco histórico

DESFILE. Niños y padres, romanos y celtas, de diecisiete centros educativos recorrieron las calles más céntricas con tambores, cornetas, palios y banderines

no, no era una procesión , pero parecía serlo. Pocos minutos antes de la hora prevista, doce del mediodía, decenas de personas, alineadas en fila, se disponían a uno y otro lado de la Rúa da Raíña, tal cual fuera Semana Santa, esperando para ver a sus nietos, sus hijos, sus sobrinos, sus vecinos o a cualquiera de los cientos o, incluso, millar de participantes en el desfile de los colegios.

Una dotación de la Policía Local, una ambulancia de Cruz Roja y varios efectivos de Protección Civil anunciaban, en la plaza de Santo Domingo, la inminente llegada del desfile, que se abría con un grupo de chavales al ritmo de tambores. Le seguían, por este orden, los Maristas, La Milagrosa, Luis Pimentel, Menéndez Pelayo (celtas y también con tambores), María Auxiliadora (con percusión), Paradai, Rosalía de Castro, Sagrado Corazón, Virxe da Soidade, Albeiros (que abrían el desfile con una fofocha romana en una lanza), Anexa, As Mercedes (de castrexos), A Ponte, Cervantes, Casás, Salesianos (romanos, castrexos y banda), Divina Pastora (con celtas, gaitas y una gigantesca corneta romana) y Divino Maestro, que cerró el desfile.

Los colegios con más participantes fueron Divina Pastora y As Mercedes. El más multicultural fue Paradai (donde había alguna madre romana con hiyab);el más animado, Cervantes, donde padres e hijos -entre ellos, la modelo Araceli Fernández- coreaban consignas, y el más original, Albeiros, que desfilaba bajo palio.

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