La micología tiene su parte oscura. Y sus protagonistas son aquellos que esquilman los pinares y las praderas sin ningún otro interés que el de la especulación y la comercialización de las setas. Sin tener en cuenta el medio ambiente o su regeneración. Las setas son parte del bosque y de la tierra donde nacen, y pertenecen al propietario de la misma. Por ello, la recogida y venta de las setas para la comercialización directa o indirecta deberá ser hecha por los propietarios, arrendatarios o asociaciones de productores forestales. «Es necesaria la creación de un carné de recolector de setas, sujeto a una formación previa, con normas de recogida y protección ambiental, antes de matar a la gallina de los huevos de oro», dice Blanco.
La presencia de grupos que recogen setas indiscriminadamente fue denunciada por distintos colectivos en A Mariña. En Viveiro, la asociación Fraga das Saímas denuncia la presencia de grupos de personas en los montes de Buio para arrasar con las setas. Critican que estas personas hacen un «uso indebido» de los montes de la comunidad vecinal de San Andrés de Boimente «co argumento demagóxico de que o monte é de todos».
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