Los cementerios cambian de cara

Ofrenda floral a los náufragos, en Burela y cementerio de San Cibrao.
photo_camera Ofrenda floral a los náufragos, en Burela y cementerio de San Cibrao.

Las floristerías confirman que los crisantemos son la flor de difuntos por excelencia, aunque también se vendieron bien los claveles y hay gente que se decanta por otras opciones como las rosas, los lilium o las estrelicias y el anturium. Las ventas se mantienen pese a la crisis, aunque suben las adquisiciones de flores sueltas.


la tradición mandó un año más y los cementerios de la comarca vuelven a vestir de gala por unos días. Son muchos los que piensan que el de ayer, Día de Todos los Santos, y el de hoy, Día de Difuntos, son como los del resto del año y que no es necesario esperar a estas fechas para visitar y llevar flores a los familiares o amigos fallecidos. Sin embargo, año tras año, siguen siendo otros tantos los que no dejan pasar esta fecha sin arreglar de manera especial las tumbas de sus familiares.

A tenor de los que aseguran en las floristerías consultadas, la crisis no se dejó notar en las ventas de flores, ya que se mantienen en los mismos niveles de años pasados y ayer mismo por la mañana todavía servían encargos y atendían a los más rezagados. Desde la floristería Maribel, de Ribadeo, aseguran que «vendeuse de todo e as vendas non baixaron, quizais o único cambio significativo con respecto a outros anos é que este vendeuse moita máis flor suelta, aínda que tampouco baixou o volumen de traballos realizados».

El crisantemo y la margarita siguen siendo las flores de difuntos por excelencia, tal vez, porque, junto a los claveles, son las que más duran. En todos los colores y formas se pueden ver en los camposantos: pompones, de botón, los conocidos como huevos fritos, e incluso en plantas, ya que son muchas las familias, sobre todo en los panteones y para colocar en el fondo de los nichos, las que se decantan por esta opción, ya que dura mucho más tiempo.

Sin embargo, no deja de haber flores especiales como las rosas, los lilium o algunas más exóticas como las estrelicias o el anturium en algunas tumbas. Esta elección se hace sobre todo cuando el fallecimiento es reciente o si se trata de una persona joven.

El buen tiempo de este año, aunque llovió algo la tarde del lunes, también fue un factor positivo para las ventas. «Ó estar bo tempo a xente xa adornou un ou dous días antes, cando chove deixase para o último día», indican desde la floristería Azucena de Burela, y añaden que «o traballo estivo moi repartido, porque xa dende a fin de semana empezou a vir a xente».

Marineros

Hay quien no tiene una tumba para dejar flores en una fecha tan señalada: son los familiares de aquellos que dejaron su vida en el mar. Por eso, desde la Cruz Roja de Burela llevan unos 20 años organizando la ofrenda floral a los náufragos. Los familiares entregan ramos y flores y la embarcación de salvamento de la oenegé, la LS Saturno, se encarga de llevarlas mar adentro. Esta cita ya se ha convertido en una tradición y son muchos los que se interesan días antes por saber si la ofrenda tendrá lugar y donde se pueden depositar las flores.

Previamente, los pescadores del puerto de Burela habían salido al mar para dejar sus flores, a las que ataron piedras para que se fueran al fondo.

Hay quien dice que «quien no celebra la muerte, no puede celebrar la vida». Ayer quedó patente una vez más que en la comarca la tradición de difuntos sigue muy viva.

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