lOS CASOS DE homicidio experimentaron en los últimos años un considerable repunte en la provincia de Lugo, con una mayor incidencia en la zona rural. Los últimos datos estadísticos publicados por la Fiscalía lucense -correspondientes a 2012- muestran que los órganos judiciales abrieron a lo largo del año un total de 17 diligencias previas por este tipo de delito, más del doble que el año anterior, cuando se registraron únicamente ocho casos.
Algunos de estos homicidios se produjeron en el ámbito de los accidentes de tráfico o por algún tipo de imprudencia laboral, pero la mayoría de los supuestos fueron auténticos crímenes -consumados o no- que conmocionaron a los ciudadanos.
Por lo que se refiere al incremento de casos, la Fiscalía explica que «no obedece a ninguna circunstancia concreta»; en cuanto a sus características, reconoce que esta problemática ha hecho mella en los pueblos y aldeas de la provincia. «En el origen de un hecho de estas características», apunta, «suele mediar la existencia de un conflicto personal, cuando no familiar. Además, prevalecen en el ámbito rural, caracterizado por relaciones personales más próximas».
Esta explicación del ministerio público pone de manifiesto que las peculiaridades históricas del entorno rural -en cuestiones como el parentesco, la vecindad, la amistad o la propiedad- siguen latentes en la provincia de Lugo, donde las teorías que minimizan las diferencias entre la ciudad y el campo siguen sin tener cabida.
Un simple vistazo a nuestro alrededor deja patente que en la ciudad predominan los lazos impersonales, el individualismo, la separación de intereses y las relaciones contractuales, mientras que en el medio rural siguen prevaleciendo los lazos de parentesco y amistad, la ayuda mutua y un sentimiento común basado fundamentalmente en las costumbres.
Sociólogos destacados como Ferdinand Tönnies definían ya en el siglo pasado las diferencias existentes entre las relaciones impersonales propias del medio urbano y las relaciones sociales primarias que caracterizan al medio rural, unas diferencias que todavía se observan en la provincia.
Menos delitos, pero las muertes violentas crecen
Penas más graves
El proyecto de reforma del Cógido Penal -que se encuentra en trámite parlamentario- endurece las penas en los asesinatos más graves, una medida muy demandada por las víctimas y por un amplio sector de la sociedad. Además, establece la nueva pena de prisión permanente revisable en aquellos crímenes que causen especial repulsa social, como en casos de terrorismo o cuando la víctima sea menor.
