La Supercopa es blanca

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El Real Madrid conquistó su primer título de la temporada, la Supercopa de España, remontando al Valencia la eliminatoria y un resultado en contra (3-2 a favor del Valencia en la ida) con nueve jugadores, tras las expulsiones de los holandeses Van der Vaart y Van Nistelrooy, con exhibición de Arjen Robben ante Robinho enclaustrado en el banquillo.

El duelo tuvo dos actos radicalmente distintos. El primero esperanzador para un Valencia en plena reconstrucción, gracias al planteamiento de Unai Emery. En el segundo sólo existió el Real Madrid que remontó a base de coraje.

Nació el partido con una superioridad numérica valencianista, clave en el centro del campo. Emery ató en corto a Guti y Van der Vaart. El Real Madrid se quedó sin creación. Se perdió en balones largos con nulas posibilidades para Raúl y Van Nistelrooy. Sin Marchena, el cacique de la defensa valencianista, Albiol y Alexis comenzaron a buen nivel.

Tirar a dar, pero sin puntería
Menos seguridad mostraba Hildebrant. No atajó ninguno de los dos disparos de Van der Vaart y Van Nistelrooy (minutos 6 y 11). El Real Madrid no tenía claridad, pero sus lanzadores no lo pensaban a la hora de chutar. Mientras, el Valencia destruía con su doble pivote eterno, Albelda-Baraja, y a su control del partido le faltaba la pegada de Villa y Silva.

Su aparición fue cuestión de minutos. En el primer momento que Villa dejó de pelearse con Heinze y Silva encontró espacio, el Valencia tocó con criterio hasta que el esférico llegó a Silva, que desde la frontal ajustó su disparo al palo izquierdo. Imparable para Casillas.

El Real Madrid ya necesitaba dos goles para remontar y el nerviosismo aparecía en el Bernabéu. El descanso le vino bien al Real Madrid. Cambió radicalmente su imagen. Tiró de garra en la segunda mitad, en la que no se notó que jugase en inferioridad numérica.

A por la remontada
Van Nistelrooy cruzó su disparo la red y el Real Madrid se lanzó a por la remontada. Robben lideró siempre la reacción. Se acobardó el Valencia y ni la segunda expulsión del partido, precisamente la de Van Nistelrooy por doble amarilla, consiguió frenar al Real Madrid. Sergio Ramos hacía estallar a su afición, aprovechando un rechace tras remate de Diarra al larguero.

Un gol servía al Valencia, que lo intentó a la desesperada. Dejó huecos a un equipo con nueve y el Real Madrid los supo aprovechar.

Higuaín y De la Red desataron la locura con dos goles finales. Y Morientes acudió a su cita con el gol cada vez que pisa el Bernabéu para permitir un triunfo sufrido hasta el último segundo.

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