Los atrapados en el ascensor de Ribadeo estaban de paso en la villa

El ascensor panorámico ribadense, uno de los principales recursos turísticos de la villa —que además sirve para facilitar la accesibilidad entre la atalaya, el casco antiguo y el puerto— funcionaba este martes a pleno rendimiento, como lo hizo desde el domingo, horas después de haber sufrido una avería que dejó atrapados en él a nueve turistas —uno de ellos llevaba un perro bulldog francés, como señalaba un internauta madrileño en un perfil de Facebook—. Al parecer, las piezas de una instalación que se inauguró en 2010 empiezan a desgastarse por su exposición al viento, la humedad y la lluvia. Y también debido al uso, ya que no en balde es tan utilizado, que al menos ha registrado unos 470.000 viajes hasta la fecha.

Los engranajes del rodamiento, entre otros, presentan ciertos desgaste, pero las autoridades tranquilizan a la población porque la labor de mantenimiento que se realiza y que paga el Concello —unos 2.500 euros al año— evita que puedan ocurrir males mayores. Un técnico de la empresa Orona lo reparó y le reguló el peso.

"No es la primera vez que se queda bloqueado, al menos ocurrió en tres ocasiones a lo largo del año, lo que pasa es que, o bien avisó algún vecino al 112 —como hicieron los turistas llamando a ese número—, o bien nos lo encontramos de ese modo al ir a cerrarlo o abrirlo", matiza un agente, que son los policías locales lo encargados de abrirlo a las once y de cerrarlo a las siete o a las ocho, en festivo. El alcalde, —que se enteró por la prensa, dice: "Non me pareceu moi elegante enterarme así en lugar de que me avisara directamente a Policía"— ve en lo sucedido algo puntual y defiende la utilidad del ascensor.

XOVE. Por otro lado, el 112 recibió este lunes hacia las nueve y media de la noche el aviso de un particular que pedía ayuda porque se había quedado encerrado en la escuela del club náutico de Morás. Se dio parte a la Guardia Civil y a Protección Civil de Xove. El servicio municipal no intervino al tratarse de una instalación privada —de Alcoa—. "Supostamente foi algún invitado da escola de vela que se quedou pechado logo de marchar o monitor. Ao ser privado, o que fixemos foi poñernos en contacto coa empresa".