Tres buceadores profesionales junto con su jefe de equipo, de la empresa Argos, comenzaron ayer por la mañana a montar los equipos necesarios para realizar los trabajos geotécnicos en la ría, al amparo de un proyecto de la Consellería y el Ministerio de Cultura para catalogar pecios.
Los buzos realizarán las investigaciones subacuáticas «durante cuatro días en Viveiro y una semana o nueve días en Ribadeo, aunque en función de la climatología puede variar la estancia», señalan desde la consellería. La finalidad es estudiar los barcos existentes pero sin sacar a flote los objetos patrimoniales, excepto los que sean estrictamente necesarios por su valor o riesgo de deterioro.
El proyecto tiene como objetivo realizar una carta arqueológica subacuática de estas dos zonas, por primera vez de un modo sistemático y científico. «A diferencia de otros lugares, esta es la primera prospección científica que se hace en estas localidades. A pesar de la documentación no podemos asegurar el estado en que vamos a encontrar los restos», subrayan desde la consellería.
Los responsables de estos trabajos realizarán una inspección visual de la fragata Magdalena y del bergantín Palomo, hundidos el mismo día en 1810; de la Gala Andaluza de 1719 y el San Francisco. Los restos de la Magdalena se encuentran documentados con su ubicación exacta pero de los otros pecios sólo existen referencias aproximadas.
La empresa Argos es la encargada de realizar este proyecto que se lleva a cabo a través del Servicio de Arqueoloxía Subacuática de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural mediante un convenio firmado con el Ministerio de Cultura. La inversión destinada es de 75.000 euros y se reparte entre las prospecciones de las rías de Vigo, Rande, Corcubión, Fisterra, Ribadeo y Viveiro.
