Los alumnos del Ceip Frei Luis serán reubicados en otros centros de Sarria

Varios operarios trabajan apuntalando la estructura del edificio en su planta inferior. (Foto: Vila)
photo_camera Varios operarios trabajan apuntalando la estructura del edificio en su planta inferior. (Foto: Vila)

Los cerca de 400 alumnos del colegio público Frei Luis de Granada de Sarria serán reubicados en otros centros de enseñanza próximos mientras se realizan las obras de mejora del edificio al detectarse grietas en su estructura.

La delegada territorial de la Xunta en Lugo, Raquel Arias, informó en la tarde de ayer de esta decisión durante una reunión en el colegio sarriano con la dirección del centro, representantes de los padres de alumnos, el jefe territorial de Educación, personal técnico de esta consellería, el alcalde de Sarria y el edil de educación.

Según señaló, la medida adoptada pretende «actuar en beneficio dos nenos coa maior seguridade», por lo que no se retomará la actividad en el colegio Frei Luis hasta que se ejecuten las obras de refuerzo de la estructura del inmueble.

Mientras se realizan estos trabajos, los niños serán realojados en otros centros educativos de la localidad sarriana. Los IES Xograr Afonso Gómez y Gregorio Fernández se perfilan como las principales opciones, por ser edificios públicos, por su amplitud y por la proximidad al Frei Luis, aunque por el momento no fue precisada la ubicación definitiva.

Traslado y transporte

Está previsto que esta mañana comiencen las reuniones para definir los términos del realojo, labores en las que colaborará el Concello de Sarria, cuyo personal se encargará de trasladar el material necesario al nuevo destino. El traslado implicará también algún cambio en el transporte escolar, del que se hará cargo Educación.

La previsión con la que se trabaja ahora es que las clases se reanuden a finales de la próxima semana en la nueva ubicación.

La decisión del realojo fue acogida de manera positiva por los representantes de los padres y los profesores, según aseguró la delegada territorial, quien calificó de «dilixente» la respuesta de la Xunta y agradeció también la colaboración del Concello.

Los 370 alumnos del colegio Frei Luis de Granada fueron evacuados el lunes por la mañana tras detectarse nuevas grietas en el edificio, con 40 años de antigüedad. Debido a estos problemas, cuatro aulas y parte del patio inferior habían sido apuntalados a principios de mes y, tras la aparición de las nuevas fisuras, se acordó el lunes suspender las clases durante dos días para reforzar el resto de la estructura de la planta baja.

Inspecciones

Ocho operarios de una empresa iniciaron ayer los nuevos trabajos de apuntalamiento con la previsión de finalizarlos hoy por la tarde para poder reanudar las clases mañana. Sin embargo, estos planes cambiaron con la decisión del realojo y de acometer obras de mayor envergadura. «Unha vez realizadas novas inspeccións, os especialistas acordaron a conveniencia de facer unha actuación máis profunda ao longo dos vindeiros días, co fin de determinar as reformas estructurais necesarias para, a continuación, comezar a redacción do proxecto técnico que permita o encargo das obras », informó la Xunta.

Por el momento se desconoce cuánto durarán estos trabajos, por lo que tampoco se puede determinar el tiempo que los alumnos permanecerán realojados en otros centros. Al parecer lo que sí está descartado es practicar una prueba de resistencia en el edificio del colegio, ya que ahora no se considera necesaria una vez decidido consolidar toda la estructura.

El colegio Frei Luis también estaba siendo utilizado por decenas de niños de la escuela de educación infantil, que hacían uso del comedor. Además, el Concello empleaba estas instalaciones para un servicio de conciliación de la vida laboral y familiar, al que ahora habrá de buscar otra ubicación.

ACTIVIDAD 
El profesorado acudió al colegio

Aunque no hubo clase, todos los profesores acudieron ayer a sus puestos de trabajo, indicó el director del centro, Antón Soengas. También al transporte escolar realizó las rutas como medida de precaución e información por si algún padre desconocía la suspensión de las clases.

Soengas explicó que la intención del profesorado es «dar clase o máis pronto posible en condicións de seguridade máxima para os nenos».

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