Los ajustes presupuestarios de otras administraciones públicas centraron ayer el debate en el pleno de la Diputación de Lugo, en donde gobierno y oposición escenificaron su división sobre decisiones tomadas por los ejecutivos central y autonómico. Esas diferencias quedaron de manifiesto en el debate de una propuesta del bipartito, aprobada con el rechazo del PP, por la que la Diputación pedirá al Gobierno central que mantenga su aportación al Plan de Obras e Servizos (POS).
El portavoz provincial del PSOE, Manuel Martínez, afirmó que el Ejecutivo central dedicará a ese plan a nivel estatal 20 millones de euros, frente a los 83 de 2011, y que serán para saldar deudas, por lo que esa «supresión» en la práctica de los fondos «acabará cun programa que permitía aos concellos facer obras máis que necesarias». Añadió que la Diputación «si cumpre» al reservar la misma partida para el POS que en 2011.
