Los afectados por el incendio en Absa reanudarán su actividad este lunes

Los exportadores cuyos almacenes y oficinas calcinó el incendio producido el jueves por la mañana en la nave de la asociación Armadores de Burela S.A. (Absa) no recuperarán la actividad hasta el lunes, cuando prevén participar de nuevo en la subasta y preparar el pescado en la zona de manipulación de la lonja acondicionada tras el suceso.

Las empresas más afectadas fueron Pescados Nelo, en el almacén 24, donde presuntamente se inició el fuego; Fraidafresco, que ocupa el local número 25, y Serviport, en el 23. En menor medida hubo daños en otros seis almacenes, puesto que el falso techo ardió a lo largo de la nave, pasando el fuego de un local al siguiente. El propietario del primer almacén, Manuel Trobo, Nelo, asegura que tras el parón del fin de semana intentará hacer nuevas compras el lunes, pues su firma abastece a varias conserveras. «Hai que plantexarse empezar porque estamos en plena campaña do bonito e é fundamental para traballar. Non podo estar parado porque estas empresas non poden estar sin bonito», señaló. Miguel Ángel Pedre, de Fraidafresco, apuntó que también pretenden recuperar la actividad el lunes y para ello echarán mano del espacio que habilitó Absa.

Los comercializadores que operaban en estos almacenes no se atreven a cuantificar las pérdidas de estos días sin actividad, aunque, por ejemplo, Manuel Trobo cifraba en 30.000 euros sólo el pescado que había comprado en la lonja el jueves y que está carbonizado en el interior de su almacén, y Miguel Ángel Pedre apuntó que habían gastado 16.000 euros en el producto almacenado que perdieron, sin contar, ambos, todo el material de oficina, corcho y cajas para almacenar el producto. «Está todo cheo de sarrio, feito un cristo». Una estimación genérica de los comercializadores cifra en 80 las toneladas de pescado perdido en el incendio.

En cuanto a los destrozos en la nave, calculan que tendrán que pasar meses hasta que pueda recobrar su estado original, pues todavía no se conoce el alcance real de los daños. «No meu local hai algo de teito descuberto, os arquitectos din que as vigas están danadas e non sabemos aínda se o van tirar», apuntaba Pedre, quien estima que la recuperación del local «vai para longo», tal y como le comunicó el perito que lo visitó. Hasta el lunes no se desplazará una empresa especializada en valoraciones con el fin de poder cuantificar las pérdidas, dijo el presidente de Absa, Abelardo Basanta.

Durante todo el día de ayer, muchos se afanaron en limpiar los locales, aunque en los más dañados estuvieron algunas horas precintados judicialmente. «Estamos baixo investigación», dijo Nelo, quien irá hoy a declarar, tras hacerlo ayer las empleadas que alertaron del fuego.

A pesar de que el susto de ver arder sus almacenes «pequeno non foi», como apuntó Pedre, trabajan con esfuerzo para seguir adelante, en lo que coincide Manuel Trobo. «Só pasou un día do suceso, hai que ir pouco a pouco. Superado o bache, todo se supera na vida cun pouco de esforzo».

La lonja funciona con normalidad

El fuego no afectó a las zonas de lonja y subasta, por lo que ésta se realizó ya ayer «con total normalidade», tras entrar el jueves por la tarde embarcaciones de arrastre de bajura y ayer dos barcos de Gran Sol y otros tantos de bonito, dijo el gerente de Absa, Miguel Neira, quien no cree que el suceso afecte a la costera de esta especie. Los exportadores con los almacenes más afectados no participaron en la subasta, pero sí lo hicieron los que sufrieron menos daños, que como es de esperar tuvieron más dificultades para desarrollar su actividad, «pero foron facendo como puideron». Con el objetivo de garantizar la calidad del producto, se afanan en limpiar las zonas comunes. «Agora o que máis nos preocupa é que quede todo perfectamente», dijo el gerente. «Se non temos as instalacións en condicións, non facemos actividade», recalcó.

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