"Loitei co xabarín corpo a corpo", dice el cazador ribadense hospitalizado

Alejandro Jartín fue dado de alta tras sufrir un ataque del animal hace 15 días en Ribadeo
Alejandro Jartín Pacio, con su sabuesa Casi, tras el accidente de caza
photo_camera Alejandro Jartín Pacio, con su sabuesa Casi, tras el accidente de caza

Alejandro Jartín Pacio, de 36 años, lleva casi desde niño practicando la caza. A pesar de su experiencia, el pasado 5 de noviembre, como señaló este periódico, sufrió heridas graves tras el ataque de un jabalí de 135 kilogramos de peso. Acaba de ser dado de alta, después de estar hospitalizado once días con una herida muy próxima a la arteria femoral. Lo que se desconocía hasta ahora es que tuvo que pelear cuerpo a cuerpo con el animal durante más de cinco minutos porque se quedó sin balas.

"Pensei que me mataba. Xa me ferira na perna e defendinme dándolle golpes tamén co rifle. Non me chegou tirar o chan, loitei de xeonllos ata que puiden cargar a arma e dispararlle", narra. Se había quedado sin munición porque no se percató de que la había consumido en unos disparos previos disuasorios: "Pasaron dez minutos entre a carga ao aire e o ataque porque o xabarín estaba polo visto agochado e agardando a que me achegara a el", señala.


Más que sus propias heridas, le duelen las que sufrió su fiel perra Casi

Se encontraba cerca de la Fonte do Valín, entre Ove y A Pastoriza, en los montes de Ribadeo, en un lugar entre la maleza de difícil acceso: "O compañeiro que estaba máis próximo estaría a 15 metros pero non me atopaba entre a vexetación", recuerda el cazador, que finalmente logró hacerse de nuevo con su rifle, cargarlo y abatir al animal: "Son tan duros que aínda despois de que me levaran na ambulancia, os compañeiros tiveron que rematalo", matiza.

Este mismo sábado ya podía andar, pero aún se está recuperando de una herida "na cara posterior lateral do tercio distal do muslo esquerdo, de dez centímetros de profundidade e a un centímetro da arteria femoral", causada por el colmillo del jabalí. "Non me seccionou ningún tendón, só masa muscular, aínda que me afectou algo a un nervio", especifica el herido que asegura que en cuanto pueda caminar con soltura volverá a ir de caza. De esa mala experiencia sólo conservará "os colmillos do exemplar", como recuerdo.

Más que sus propias heridas, le duelen las que sufrió su fiel perra Casi, un sabueso de ocho años que "entrou primeiro ca min no matorral a polo xabarín e acabou con graves feridas. De feito, pronto vai afrontar a súa terceira intervención cirúrxica por aquel ataque, pero tamén ela poderá volver ir cazar". El cazador quiere expresar su más sincero agradecimiento "ao Hospital Veterinario de Tapia".

Comentarios