Lois Patiño: ''El cine gallego va a dar muchas alegrías''

‘Costa da Morte’ refleja la vida del rincón noroeste de la Península, pegado al mar y en convivencia con él. El paisaje centra la atención del artista, Lois Patiño, que acumula premios en numerosos festivales de cine. Entre ellos, el galardón al mejor director emergente en el Festival de Locarno.

¿Cómo le cogemos?, ¿ya ha vuelto a Madrid?

Sí. Llegué hace unos días y la verdad es que ya tenía ganas. Llevaba desde el 15 de septiembre de festival en festival.

Pero eso es bueno.

Sí, y cansado, también. Pero sobre todo emocionante. Aquí, en Madrid, también se presentó la película hace unos días, en el festival Margen.

Este es su primer largometraje de no ficción y ha sido todo un éxito, ¿está contento?

Sí, porque es una película hecha con poco dinero y medios limitados. Es una suerte que un film tan pequeño consiga llegar a tantos lugares y que lo vean tantas personas de otros países diferentes.

En sus otras películas las personas tenían un papel secundario y se centraba más en los paisajes. En esta también es así, pero incluye voces. ¿Por qué?

Quería hacer una aproximación más humana, pero principalmente quería trabajar a nivel conceptual el trabajo físico, reflejando a las personas que trabajan vinculadas con el paisaje con, por ejemplo, planos abiertos que propongan al espectador una nueva visión del paisaje.

¿Y por qué eligió la Costa da Morte para ello?

En mis trabajos anteriores el paisaje no tiene una identidad cultural, es una imagen en la que buscamos cierta poesía y trascendencia a partir de la mirada. Pero en esta película quería que estuviese cargado de cultura e historia y el imaginario colectivo que rodea la Costa da Morte me parecía muy interesante porque implica cierto dramatismo en el mar y en toda la atmósfera.

Sus padres son gallegos pero usted ha vivido en Madrid desde niño. ¿Por qué decidió volver a Galicia para rodar?

No es que sea una vuelta porque, aunque he crecido en Madrid, tenemos casa en Vigo. Para trabajar prefiero la cultura y los paisajes gallegos, me resultan más misteriosos y atractivos.

¿Cómo reciben una obra tan gallega en el extranjero?

La película funciona bastante bien como buena embajadora de esa zona. Todos se quedan maravillados con la belleza de los paisajes. Además, también tiene algunos detalles de humor gallego que resulta atractivos. Lo que gusta mucho es ver ciertos trabajos como el de las mariscadoras metidas en el agua al amanecer con focos en la cabeza, o los percebeiros en las rocas... Sin embargo, el trabajo de los percebeiros no lo entienden, no pueden entender qué hacen allí colgados en las rocas, en situaciones tan peligrosas.

Obviamente, no han probado los percebes.

Eso es lo que tengo que explicar yo siempre [ríe].

En la película, las personas que aparecen hablan gallego y castellano indistintamente. ¿Fue algo que salió con naturalidad o estaba premeditado?

En esta zona de Galicia la mayoría de la gente habla gallego, pero sí que había personas que en su día a día hablaban castellano. Yo nací en Vigo y viví en Madrid y, aunque entiendo perfectamente el gallego, a la hora de hablarlo me cuesta más. Por eso lo que pasaba era que, a pesar de que yo me empeñaba en pedirles que me hablasen en gallego, al final había gente que utilizaba el castellano. Hay algunas personas que se nota que hablan gallego en su vida cotidiana y que cambiaron de idioma en el momento. Pero eso no es más que la propia realidad de Galicia, en la que se intercalan ambas lenguas.

Sus padres son pintores, ¿cómo le ha influenciado haber nacido en medio del arte?

Ahora soy más consciente de la influencia. Cuando era niño, mis padres nos llevaban a mi hermana y a mí a exposiciones muy frecuentemente, las conversaciones eran en muchas ocasiones sobre arte y de alguna manera inconsciente todo eso penetra y al final te entra el gusanillo de realizar algún trabajo creativo. La pintutra nunca me había llamado, pero cuendo empecé a trabajar con vídeo vi que este medio me resultaba muy práctico. Además es un medio nuevo, la pintura tiene mucha historia detrás, pero el cine es un lenguaje muy joven.

¿Cree que haber vivido en Madrid le ha dado un mayor acceso a la cultura que si lo hubiese hecho en Galicia?

A nivel de exposiciones y de actos es cierto que en las grandes ciudades hay más oferta que en la periferia. Madrid, Barcelona o Bilbao son lugares a los que llega mucha cultura. Lo bueno del cine es que a través de internet hay acceso a muy buenas películas y de alguna manera lo hace más sencillo. Con la fotografía ocurre lo mismo.

Además de trabajar en el sector audiovisual ha estudiado Psicología y Filosofía. ¿Qué hay de estas áreas en sus obras?

Yo empecé a estudiar Psicología antes que cine pero nunca he querido dedicarme a ello. Era por interés personal y por conocerme a mí mismo. Me interesaban las psicopatologías, los estados alterados de conciencia... Y de Filosofía solo hice un año, pero la biblioteca de mis padres está llena de libros de este tipo. En el fondo leer es lo que importa. Sí que intento que mis trabajos tengan un componente conceptual fuerte. Más que contar un relato hago una exploración conceptual sobre diversos ámbitos.

¿Cómo diría que es como espectador?

A mí me gustan los trabajos que proponen nuevos lenguajes. Los cineastas que arriesgan explorando nuevas vías que nadie ha recorrido.

En esta descripción no entra el cine comercial.

No, el cine comercial no cabe en la exploración. Recorre caminos ya trazados: se limita a contar historias que ya existen y cambia los personajes para repetir fórmulas exitosas en taquilla. Pero a veces veo cine de este tipo, no he visto todavía ‘Doce años de esclavitud’ de Steve McQueen, pero la verá... No sé si eso se puede considerar como cine comercial.

¿Sabe que hay ciudades gallegas que se han quedado sin cines?

Sí, es una tragedia. Estuve ahora en Tarragona y allí tampoco tienen cine. Me preguntabas antes si es más fácil acceder a la cultura en Madrid y... ¡qué te voy a decir! Si en Pontevedra no hay ni cine...

La crisis lleva a situaciones como esta, pero ¿echa de menos también más ayuda institucional?

La campaña de descrédito que llevan a cabo los políticos de este país es terrible. Han tachado a la gente del cine de sanguijuelas que viven de subvenciones. El propio ministro de Cultura se atrevió a decir que las películas españolas eran malas. Esta es una campaña de venganza que viene de una proclama legítima como lo fue el «No a la guerra». Ahí fue cuando estos políticos empezaron la campaña contra el mundo del cine para dinamitarlo.

¿Cómo ve el sector audiovisual gallego en concreto?

Si hablamos del cine que explora nuevas formas, en Galicia estamos en un momento histórico, único, donde una serie de cineastas de enorme talento han coincidido. Óliver Laxe, Alberto Gracia, Eloy Enciso... Una serie de personas que están llegando a los festivales de cine de todo el mundo y que tenemos la suerte de conocernos y ser amigos. Yo creo que hay muchas alegrías por dar porque todavía somos jóvenes.

¿Cómo repercute a nivel práctico el reconocimiento internacional? En su caso en concreto, ¿cree que le resultará más fácil encontrar financiación para su próximo trabajo?

En principio debería ayudar a encontrar financiación para el próximo proyecto, pero siempre es difícil encontrar dinero. Que te lo facilite un poco no quiere decir que vaya a ser fácil.

¿Tiene algún nuevo trabajo en mente?

Estoy desarrollando un guión nuevo con la ayuda de Agadic que lleva el título de ‘Tiempo vertical’. Es un trabajo que explora el tiempo de modo muy atractivo. Se trata de ver como se experimenta y se siente el tiempo en la imagen audiovisual.

EL PERFIL
Talento joven

Nació en Vigo en 1983, pero creció en Madrid junto a sus padres, ambos pintores. Además de estudiar Psicología, también completó estudios de cine en la escuela Tai. Pero su formación en el terreno audiovisual no se queda ahí, ya que continuó sus estudios en este ámbito en la escuela NYFA de Nueva York y en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Sus trabajos han podido verse en diversos museos gallegos como el Marco de Vigo o la Fundación Luis Seoane en A Coruña. Además, participó en festivales de cine en ciudades como Locarno (Suiza), New York Film Festival (Estados Unidos), Oberhausen (Alemania), Roma (Italia), Media City (Canadá)o Jihlava (República Checa).

Con su trabajo ‘Montaña en sombra’ ganó un premio en el Festival de Oberhausen y, recientemente, en el de Locarno, recibió el galardón al mejor director emergente con su largometraje ‘Costa da Morte’. Este último trabajo ha recibido premios y menciones especiales del jurado en festivales como el Festival dei Popoli, Valdivia o Sevilla.

Lois Patiño

¿Ha hecho trampa en alguna ocasión?

Buf... tantas. No hay nada de malo en hacer trampas, eso demuestra desparpajo, valentía, agilidad, decisión, habilidad e imaginación.

¿Qué es lo peor que ha hecho en un arranque de ira?

Aquí al contrario, no sale nada bueno de un arranque de ira.

¿Se ha llevado algo de algún sitio o se ha ido de algún restaurante sin pagar?

Solo a las grandes compañías. La colección completa de la obra de Kubrick de adolescente. Valía un precio inalcanzable para mí y necesitaba verlo. Me pareció justo.

¿Qué sería capaz de hacer por un millón de euros?

Una buena película.

Se le hace la boca agua cuando…

Veo películas del Novo Cinema Galego.

¿Quién o qué situaciones despiertan sus deseos más ocultos?

Ciertos políticos. Arranques de ira, de esos que no traen nada bueno.

En la mesa, ¿ante qué no se puede resistir?

Me gusta todo. Con hambre no me resisto a nada.

¿Podría vivir sin espejo o es de los que se van mirando en los escaparates?

Creo que me miro un poco, como todos, pero me encantan los espejos como objeto. Trabajo con ellos en algunas videoinstalaciones, me parece un objeto lleno de misterio. Altera y confunde nuestras percepciones y está lleno de resonancias simbólicas.

¿Cuál es su tienda preferida para sentirse culpable?

La librería Librouro, en Vigo.

La pereza le vence cuando…

Por suerte no soy muy perezoso... ¡Ah! A la hora de cocinar, no tengo mucha paciencia tampoco cocinando.

¿De qué se siente más orgulloso de sí mismo?

De nada. De los que me rodean.

¿Qué no perdonaría?

¡No me hagas pensar esto! No quiero imaginar malas situaciones. Soy más feliz así.

Si pudiese ser cualquier persona en el mundo, ¿quién sería?

Tú.

Se arrepiente de…

Imagino que de los momentos que no viví con intensidad.

¿Cuál ha sido la última mentira que ha contado?

Esta entrevista.

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