El presidente de la Asociación de Usuarios de Marihuana Medicinal de A Mariña, Marco Antonio Echevarría Barcia, se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Penal 1 de Lugo como presunto autor de un delito contra la salud pública, después de que la Guardia Civil localizara más de un centenar de plantas de cannabis en una finca de su familia, sita en el lugar de Fontao, en Burela.
El joven, que se enfrenta a una condena de tres años de cárcel, alegó que las plantas iban destinadas únicamente a los asociados y se entregaban de forma gratuita en cuanto demostraban que padecían determinadas dolencias, como VIH, quimioterapia o insonnio, que según defiende el acusado pueden paliarse con el consumo de marihuana.
