Lo damos por presupuesto

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COMO SABEN de sobra, tan importante como la respuesta es hacer la pregunta correcta. Esta pasada semana los presupuestos de la Xunta anduvieron arriba y abajo en las páginas de los medios de comunicación y nuestra clase política nos ofreció su cara más matemática. Resulta curioso comprobar cómo lo que para unos es inaceptable para otros es un maná caído del cielo. Esto complica enormemente nuestro trabajo y, la verdad sea dicha, es una de las épocas más tediosas del año.

Para empezar, ahora te mandan un link para que los veas en internet. Los de la Xunta venían por consellerías y por colores, incluido el turquesa, en un arranque de romanticismo. Lástima que no fuesen algo más prosaicos y, sobre todo, algo más claros. Salvo casos contados, los presupuestos son indescifrables por mucho arco iris con que los revistan. La cosa llegó a tal extremo que en A Mariña incluyeron una partida para ampliar el Hospital y le pusieron mal el epígrafe. Después, la consellería mandó una nota aclaratoria y admitiendo su error, pero todos sospechamos que en realidad lo que sucedió es que les traicionó el subconsciente. Eran 190.000 euros. La cosa no es para tirar cohetes, para qué nos vamos a engañar. Sobre todo cuando la ampliación de la que se nos habla es ambiciosa y con ese dinero no pagas ni los folios del proyecto. Así que el hospital de Burela continuará poco más o menos como está. Los mariñanos, como dicen de los gallegos en general, somos gente bastante resignada, y es algo que dábamos por sentado del mismo modo que damos por sentado que el año que viene la cosa será prácticamente igual.

Pero entramos en el deslizante camino de las preguntas correctas. Una de ellas podría ser: ¿para qué sirven que te aprueben un presupuesto digno si luego no se gasta? La respuesta cae por su propio peso: para nada. No fueron muchas las voces que se hicieron esta pregunta y, por ejemplo, llamaron la atención sobre lo que fue de los 3,4 millones de euros que el año pasado estaban consignados para el corredor. Ésa sí es una partida adecuada para una obra tan importante. Habrá que seguir esperando.

La paralización en la construcción de esta carretera es uno de esos misterios en los que cualquier día posará su mirada Iker Jiménez. No se puede comprender que una vía de comunicación tan trascendental siga parada y sin visos de nada. Y no ya porque a los que vivimos aquí nos llevará y traerá de forma cómoda y rápida, sino por la propia comodidad de nuestros políticos, que podrán abandonar nuestra querida carretera de la costa, a la que tanto añoraremos: con sus baches como trincheras de la I Guerra Mundial, con sus tramos en un estado como el de un campo de patatas recién arado, con sus limitaciones a 60 en zonas con carril de vehículos lentos (¿?), con sus curvas de 90 grados, con sus camiones a 40 por hora. En fin, todos esos detalles que hacen de ella una carretera tan buena y efectiva como las que tienen en Mozambique. Al menos son buenas noticias para los fabricantes de amortiguadores.

El deterioro en esta carretera llegó a tal extremo que la propia Guardia Civil no anda mucho por allí. El día que se pongan estrictos, podemos preparar el diez por cien de nuestro sueldo solo para pagar las multas que nos van a caer.

Este tipo de situaciones no son algo que precisen un riguroso periodismo de investigación. Los que pueden arreglarla la sufren a diario, pero aún así no hay manera. Y es curioso, porque la situación es tan sangrante que el día que se solucione el gobernante que le meta mano tendrá la eterna gratitud de los que vivimos por aquí, y no hablemos ya de lo del hospital.

Luego, el presupuesto recoge un número infinito de cuestiones menores y sorprendentes, como que, por ejemplo, al menos nominalmente, para los cascos viejos no aparecen más que 20.000 euros para Viveiro. Es de suponer que saldrán de otra parte para Ribadeo y Mondoñedo, porque la realidad es que muchas de sus calles necesitan algo más que un manguerazo por las mañanas.

Pero todo depende del color del cristal con que se mire, y es verdad que no hay un duro, así que habrá que esperar a que lleguen esos millones que a Botín le caen por la chimenea (él seguro que la tiene), o que se nos aparezca por fin esa recuperación de la que hablan algunos por ahí y que los terrícolas, cuando los escuchamos, nos miramos unos a otros como preguntándonos de qué estarán hablando y si no será todo una coña marinera.

Todos queremos que tengan razón y finalmente llegue el momento en que no tengamos nada de qué quejarnos.

TACO EN COLOOOOOOOOR
texto en byN

EL GUSTO ? Un municipio que todavía funciona como antes

TRAEMOS A este rincón al municipio que dirige Demetrio Salgueiro, Xove. El otro día celebraron la fiesta de la tercera edad y fue como ‘déja vu’. De nuevo vimos a mayores invitados por un Ayuntamiento como sucedía antaño, cuando éramos ricos y no había problema. Quedan pocos que se lo puedan permitir, por eso fue hasta entrañable comprobar que todavía queda alguna parte en este mundo donde las cosas continúan funcionando y se pueden llevar a sus mayores a comer un día al año. Es una de esas cosas que, como el reparto de leche puerta a puerta, ya no se ve. 

EL DISGUSTO ? La merluza se nos atragantó bien esta semana

HAY QUE ver cómo son en la UE. Tienen enfilado al pobre Balseiro. Tenían ya todo sobre la mesa para dejarnos seguir pescando merluza lo que queda de año. No había más que apretar un botón y un montón de pescadores se llevarían un buen dinero a casa. Pues ni por esas, resulta que optaron por hacernos seguir esperando y ahora el político del PP ya no sabe qué pensar, si es que tenían prisa por tomarse un café y la cosa se arreglará en unos días, o es que nos tienen manía. Vistas las decisiones que adoptaron otras veces, no lo descarten. Que les pregunten a los que tienen vacas.

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