Lleva firmados ya cientos de libros. "Uf, llevo unos cuantos, sí. Y eso que el libro sale hoy –por este martes– a la venta. Pero es lo que toca". Con algunos de los que le llegaron a su estudio en Pontevedra llegó a construir, la semana pasada, un sillón en el que luego se sentó para compartir la imagen en las redes sociales. "Una gamberrada", reconoce entre risas. Manel Loureiro (Pontevedra, 1975), escritor superventas que ha sido traducido a más de 15 idiomas, que vende libros en casi 30 países y que comenzó escribiendo un blog sobre una historia de zombies, Apocalipsis Z, que acabó catapultándolo a la lista de bestsellers, vuelve ahora a las librerías con un nuevo trabajo, Veinte (Planeta, 2017). En parte transcurre en Pontevedra.
¿La promoción de una novela como Veinte es un peaje tedioso o una experiencia divertida?
¿Sabes qué pasa? Que la historia ha cambiado por completo. Aquella época en la que un escritor se podía permitir vivir en su torre de cristal, alejado del mundo, como Umbral o Cela, que, como mucho, tenían un cierto contacto epistolar con sus lectores y nada más, ya no existe. Ahora mismo, los autores, además de escribir libros, tenemos que convertirnos en uno de los principales elementos de la promoción. Fíjate en Dan Brown, un tipo que vende millones de ejemplares en todo el mundo, que estuvo hace poco aquí promocionando su trabajo en programas de televisión y en lo que tocase. Ahora mismo, no sólo es importante escribir un libro, es fundamental que la gente se entere de que lo has escrito. En un mundo sobresaturado de información el autor tiene que contribuír a defender su obra y decir hey, me he pasado un año como un ermitaño y este es el resultado, creo que merece la pena que lo leas. Luego, lo que te queda es o negarte a entrar en el juego, que hay quien lo hace, o aceptarlo y disfrutar, que es lo que hago yo. Me encanta estar en contacto con los lectores y con los medios.
Género
"¡Me encantan las distopías! Y estoy convencido de que la gente las disfruta especialmente como vías de escape en momentos convulsos y tensos, como el actual"
¿De qué va Veinte?
Llevaba muchos años con esta novela en las tripas. Surge de una obsesión personal que tengo con un libro, El señor de las moscas, de William Golding. Lo leí con 12 o 13 años y yo creo que me causó un pequeño trauma infantil porque siempre me he sentido fascinado por esa historia de niños que, de repente, tienen que tomar decisiones de adultos en un mundo hostil para el que no están preparados. Digo que me fascinan a mí, pero en realidad fascinan a los lectores en general porque Harry Potter o Los juegos del hambre van de eso mismo, chicos teniendo que tomar decisiones cruciales. Me apetecía escribir una novela en esa línea que, además, arranca de una manera de lo más improbable: de repente, en el plazo de muy pocos días, el 99% de la población del mundo se suicida. Sin motivo aparente, sin que haya relación entre unos casos y otros, sin que nadie sepa por qué. Los supervivientes que quedan, en una sociedad que colapsa, tienen que seguir adelante con la gran duda de por qué a ellos no les ha pasado y con la inquietud permanente de que eso se repita. Finalmente, eso se repite y es ahí cuando el número veinte tiene una importancia especial. No te voy a decir por qué.
Ha escrito usted una distopía.
Sí, es cierto. ¡Me encantan las distopías! Además, yo soy de los que está convencido de que a la gente le apetece especialmente leer distopías en los momentos en los que el mundo real se vuelve especialmente convulso y tenso. En esos instantes en los que la realidad amenaza con sobrepasarnos, como nos está pasando, es cuando más buscamos vías de escape. A mí me apetecía precisamente salir de este runrún mediático actual tan agotador escribiendo una distopía. Quería conectar con los lectores de esta manera.
Experiencia
"En realidad, yo hago todo esto para enfrentarme a mis propios miedos y a mis propios traumas. Si en el proceso conecto con un montón de lectores, pues fantástico"
El incidente es una película de M. Night Shyamalan en la que la gente, de repente, empieza a suicidarse y nadie sabe por qué. ¿El cine ha influido en su literatura?
Claro que sí, aunque no te podría decir exactamente qué películas. No las sé ni yo. Formo parte de una generación que se crió merendando delante de la televisión. Tengo un montón de referencias audiovisuales almacenadas en mi cabeza que, desde luego, condicionan mucho mi forma de contar historias. En este caso, qué te voy a decir, cuando este proyecto nace precisamente como proyecto audiovisual para televisión.
¿Cuándo se podrá ver?
Hasta dónde yo sé, el año que viene tendremos noticias al respecto. Pero es así, Veinte nace del encargo de una productora que me pidió un concept para televisión. Así que, en este caso, en vez de tener un niño, he tenido gemelos, porque la serie está en marcha.
El interés por el terror sigue marcando su trayectoria. ¿No le gustaría experimentar con otros géneros?
Pero no creo que Veinte sea una novela de terror. Más bien podría decirse que es un thriller distópico. En realidad, yo hago todo esto para enfrentarme a mis propios miedos, a mis propios traumas, que necesito sacar. Si en el proceso conecto con un montón de lectores, pues fantástico. Y si, además, me permite seguir creciendo como escritor, pues no puedo pedir nada más.
Pero nunca veremos una novela romántica firmada por Manel Loureiro.
Ahora mismo no me veo, pero nunca digas nunca. A mí me encantan los desafíos. Si un día me lo pide el cuerpo... Quién sabe.
¿Sigue considerando Pontevedra ese pilar fundamental en su vida que decía que era cuando su carrera despegó como escritor?
Pontevedra sigue siendo absolutamente fundamental para mí en todos los aspectos. Es donde yo respiro y donde está toda la gente que quiero. No podría hacer lo que hago si no estuviese en ese caldo. Fíjate si es importante para mí que parte de esta novela transcurre en Pontevedra.
