Llega a Lugo uno de los primeros refugiados de la guerra en Yemen

Salió por Egipto y voló a Mauritania para luego subir a Marruecos y llegar a Melilla en cayuco con otros inmigrantes

Mahmood, de espaldas, para preservar su intimidad. J. VÁZQUEZ (refugiado de la guerra de Yemen en Lugo)
photo_camera Mahmood, de espaldas, para preservar su intimidad. J. VÁZQUEZ

Dejó atrás los bombardeos diarios indiscriminados contra la población civil y una hija de 7 años con la que ahora ya no tiene contacto ni siquiera por Whatsapp. Mahmood —nombre falso— no puede evitar que se le llenen los ojos de lágrimas cada vez que piensa en su niña, a la que dejó con su madre, de la que se divorció, y con la que ya perdió toda posibilidad de comunicarse al cortarse en Yemen el acceso a internet debido al conflicto bélico que sufre el país desde hace tres años.

Aun así, Mahmood mantiene esperanzas en que le concedan el asilo político y poder traerse a España a su hija y a su exmujer. Este exempleado de banca llegó a Lugo hace tan solo dos semanas huyendo de la guerra, pero lleva ya desde mayo en España tras conseguir llegar a Melilla, siguiendo la ruta de los inmigrantes subsaharianos.

COREA. El destino a donde pretendía llegar Mahmood para buscar refugio político era Corea, donde tenía amistades y donde pensaba montar un negocio pero en el aeropuerto de Egipto solo le daban visado para Mauritania o Jordania. Eligió Mauritania y emprendió un viaje en coche por el desierto del Sahara "con mucha comida pero comiendo poco", dice. Cruzó el desierto en cuatro días y sin incidentes. "Hay gente que tarda un mes y se encuentran con ladrones que te pueden llevar todo lo que tienes", apunta.

Mahmood se marchó en marzo de Yemen y llegó a España en mayo. "Primero estuve en Guadalajara, luego en A Coruña y ahora llegué a Lugo. Llegué con inmigrantes de Túnez, Argelia, Marruecos y otros subsaharianos que, como yo, atravesamos el Sáhara en un coche de alquiler para llegar a Marruecos y luego a Melilla", cuenta.

Allí todo es terrible. Hay gente que no tiene comida y que recurre a la basura y a las hojas de los árboles para darle de comer a sus hijos

En España, recibió el apoyo de Accem, que lo trajo finalmente a Lugo, donde le ofrece vivienda y alimentos mientras que se regulariza su situación e intenta encontrar un trabajo. Sin embargo, Mahmood se encuentra con un gran escollo: no sabe ni una palabra de español, que comenzó ya a estudiar la semana pasada. "Será difícil encontrar trabajo en un banco pero quizás monte una academia para aprender árabe", dice, con la ayuda de una intérprete.

Atrás deja su puesto en el banco, su casa y también un negocio de alimentación, que tuvo que cerrar por la situación de guerra que vive el país.

"Allí todo es terrible. Hay gente que no tiene comida y que recurre a la basura y a las hojas de los árboles para darle de comer a sus hijos. Hay mucho miedo, incluso dentro de casa porque no sabes si vas a seguir vivo o no al día siguiente. Muchas familias están viviendo en la calle porque se quedaron sin vivienda. Ahora, allí solo hay ricos y pobres. No existe la clase media", afirma este refugiados.

Miedo
"Todo el día hay bombardeos" 


Mahmood temía morir en cualquier momento si una bomba caía encima de su casa como sucedió en un barrio vecino. "Tenía miedo a morir porque en Saná, la capital, hay bombardeos las veinticuatro horas. Bombardearon un barrio cerca de mi casa y murieron todas las familias", dice.

Asilo
Piensa tramitar el asilo político y sería este año el primer yemení en hacerlo en Lugo, donde los venezolanos encabezan un ranking seguidos por los colombianos, los cubanos y los salvadoreños.

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