Linde ve factible alcanzar la reducción del déficit al 6,5%, aunque advirte que existen riesgos

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, asegura que el esfuerzo que se debe hacer para sanear las finanzas públicas y cumplir con el objetivo de déficit para este año es todavía "de gran magnitud" y advierte de que aún existen riesgos.

No obstante, durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Linde ha dicho que, pese a estos peligros, el Banco de España prevé que se pueda cumplir con el objetivo de déficit del 6,5 % del PIB para este año.

El gobernador del Banco de España incide en que la ejecución presupuestaria del segundo semestre deberá ser "muy estricta" en todas las administraciones si se quieren evitar desviaciones al final del ejercicio.

Ha explicado que el objetivo de déficit para el conjunto de las administraciones para 2013 supone una disminución de casi 5 puntos desde el nivel máximo observado en 2009 cuando alcanzou un índice 11,2 % del PIB y es "una reducción muy difícil" ante un contexto de crisis.

Según ha dicho, la información relativa a la ejecución presupuestaria de 2013 es todavía limitada y aunque en el primer semestre, el déficit mejoró con respecto al mismo período del año anterior, la ejecución del segundo semestre deberá ser "muy estricta" para evitar desviaciones.

"Aunque existen riesgos, espero que podamos cumplir este año con el objetivo de reducir el déficit al 6,5 %", ha señalado, al mismo tiempo que ha avanzado que lograrlo "requerirá ajustes adicionales que nunca serán fáciles" porque la recuperación del crecimiento será gradual.

En este sentido, ha considerado que hay que tener presentes los problemas que plantea la proporción de deuda pública al PIB y sus perspectivas a corto plazo que se sitúan en el 98,9 % de la economía.

En su opinión, la reversión de esta trayectoria es "imprescindible" para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Por ello ha pedido "profundizar" en la autoridad independiente de responsabilidad fiscal que deberá "reforzar la calidad e independencia de la programación presupuestaria", así como en la revisión del sistema de financiación autonómica y en la reforma del sistema tributario.

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