La mesa que ocupaba Francisco Fernández Liñares en la delegación en Lugo de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil está lista y esperando su regreso. Según confirmó ayer a este diario la Subdelegación del Gobierno, no hay nada que impida que se incorpore a su puesto de inmediato. De hecho, ayer ya lo esperaban y, si no presenta ninguna baja laboral, el lunes sería el plazo límite para que vuelva al trabajo.
Francisco Fernández Liñares es funcionario de carrera de grupo más alto, el A. Aunque en principio su puesto no estaba en la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, pasó a trabajar en este organismo estatal en comisión de servicio tras abandonar su presidencia.
Cuando fue detenido y enviado a prisión, la administración abrió un expediente administrativo de oficio y procedió a suspenderle de empleo y sueldo. Eso significa que durante su estancia en la cárcel ha cobrado el 80 por ciento de su salario base más los trienios.
