Concepción, 85 años; Josefa, 82; Pedro, 81; Adelina, 83; Generosa, 78; Elena, 79; Mari, 75 y Luisa, 70. Son las edades de parte de los vecinos del barrio monfortino de Rioseco. De algunos de los que ayer cogieron sus herramientas y se pusieron manos a la obra para limpiar el río que pasa por su barrio y para el que llevan cinco meses reclamando la atención de las administraciones.
Desde finales del pasado año la asociación del barrio se puso en contacto con la Confederación Hidrográfica del Miño Sil para pedirle que limpiara el cauce, que se encuentra lleno de maleza, basura y ratas. Contactaron de manera verbal una vez y otras dos por escrito pero la única respuesta que recibieron fue que no había riesgo de inundación para las viviendas de las inmediaciones por lo que la actuación no era prioritaria. Así que hartos de esperar y con la llegada del buen tiempo decidieron tomar el camino más corto: el de limpiar ellos mismos el entorno eso sí, avisando a la confederación para que no se produzcan malos entendidos. «Rexistramos un documento para avisar de que asumimos nós a limpieza e contestaron que estaba ben pero que non tocaramos o cauce que era zona protexida», explicaban desde el colectivo vecinal entre sorprendidos e irritados porque apuntan «naide mellor ca nós sabe o que vale o río, por onde pasa e a vida que aporta».
