''Hierven de rabia'' seis meses después de la tragedia

La existencia de una carta en la que el jefe de maquinistas de Renfe en Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, advierte de la insuficiente señalización en la curva de A Grandeira donde hace mañana medio año descarriló un Alvia ha hecho "hervir de rabia" a las víctimas que exigen "más verdades".

Óscar Nicolás Alonso, un vecino de Guadalajara que perdió a su hermana Rosa María en la tragedia ferroviaria del 24 de julio de 2013 ha elevado a la plataforma Change.org una petición para reclamar una comisión de investigación en el Congreso porque seis meses más tarde "aún quedan muchas preguntas sin resolver y muchas responsabilidades que depurar".

Entiende que la sociedad olvida y el dolor debe mermar, aunque asume que en su caso y en muchos otros éste será para toda la vida. No obstante, concreta que la "indignación" por esta "injusta circunstancia" sí podrá desaparecer, pero solo "cuando se haya esclarecido qué pasó realmente". Su solicitud ha registrado más de 46.000 apoyos.

La opinión de Óscar Nicolás la comparte la psicóloga forense María Teresa Gómez-Limón, que en septiembre de 2012 ocupó el escaño que Esperanza Aguirre dejó vacante en la Asamblea de Madrid. "Nos han mentido. Se avisó de la peligrosidad de ese tramo, a la altura del barrio compostelano de Angrois. No hace falta ser un lince para verlo. Es una curva cerradísima en la que hay que pasar de 220 kilómetros por hora a 80", explica a EFE.

La casualidad hizo que ella viajase en uno de los primeros vagones de ese convoy. Sus reproches a la gestión del sistema ferroviario se suceden en la conversación: "La ley dice que los presidentes de Renfe y Adif son los inspectores máximos en materia de seguridad. ¿Por qué hacen que no se enteran de nada y buscan ahora que la responsabilidad la asuman los de abajo?". "No vamos a parar hasta que se nos diga la verdad. Harta estoy, pero cansada en absoluto. Lucharé por los 81 que ya no están aquí pidiendo la verdad. A nosotros no nos van a comprar con dinero".

Ella está en la plataforma Víctimas del Alvia 04155, que preside su hijo, Víctor Taibo.

La otra organización, la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario (Apafas), solicitará que declaren los cargos que accedieron al informe de Iglesias Mazaira.

En la documentación aportada por Renfe al instructor Luis Aláez, previo requerimiento del juez, estaría una matización de Iglesias Mazaira al escrito que en diciembre de 2011 dirigió al jefe de Producción de los servicios regionales de Renfe en Galicia, José Luis Rodríguez Vilariño, en la que haría constar que la señalización cumplía con la normativa vigente, han dicho fuentes conocedoras del caso.

Manuel Prieto Romero, abogado del maquinista de este tren, el único imputado, se queja en declaraciones a EFE de lo que interpreta como una "cortina de humo para que no se aclare nada". "No entendemos qué es lo que pretenden. Al menos nueve cargos tuvieron acceso a ese escrito en el que se alertaba de la deficiente señalización", añade.

Sobre los próximos pasos de la defensa, avanza que está a expensas de si el magistrado ordena de oficio las declaraciones de estos cargos y, si no es así, las pedirá y se someterán a la obligación de tener que contar la verdad.

El maquinista, Francisco José Garzón Amo, poseedor de un expediente intachable, es en este momento el único imputado después de que la Audiencia Provincial de A Coruña exonerase a los miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a los cinco técnicos responsables de la seguridad en la circulación.

El auto con el que el órgano de apelación levantó estas imputaciones supuso que la instrucción judicial retornase al punto en el que se encontraba a los cuatro días del suceso, con el conductor, -que no redujo la velocidad del convoy-, acusado de homicidio imprudente. No obstante, no se cierra la puerta a que se siga investigando para comprobar si en ese tramo, con una reducción drástica de velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora, se necesitaban medidas adicionales de seguridad y así se determina por consenso técnico, puesto que en caso contrario tal apreciación es "prematura y carente de base suficiente".

El juez instructor Luis Aláez, que consagra sus días de forma concienzuda a este caso, ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apunta a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo Antonio Martín Marugán.

Comentarios