Las víctimas de accidentes critican la subida a 130, los automovilistas se alegran

Las asociaciones Stop Accidentes y Asociación Española de Lesionados Medulares (Aesleme) creen que subir la velocidad en algunos tramos de autovías y autopistas puede aumentar el número de víctimas entre otros motivos porque los conductores tienden a conducir por encima del límite.

Ambos colectivos de víctimas de accidentes de tráfico coinciden en que el hecho de que incrementar la velocidad de 120 a 130 kilómetros por hora en determinadas zonas aumentará la posibilidad de sufrir lesiones graves o mortales, como avalan numerosos estudios.

Además, la "tendencia de las personas de subir la velocidad por encima de la establecida" haría "que si pones el límite a 130 la gente vaya a 140 o 150", según ha precisado la presidenta de Aesleme, Mar Cogollos, que ha recordado que el objetivo de Naciones Unidas es reducir a la mitad el número de víctimas en las carreteras.

Por su parte, Stop Accidentes considera que subir la velocidad en diferentes tramos de las carreteras puede confundir a los conductores, ya que no se trata de una medida generalizada.

Además, ambas asociaciones ponen como ejemplo que la mayoría de países europeos que tienen el límite de velocidad fijado en 120 kilómetros por hora o menos mantienen unos índices menores de accidentes.

Las dos están de acuerdo en el que borrador estipule que se reduzca el límite de velocidad máximo en las carreteras secundarias.

Los automovilistas, contrariados
La Asociación Europea de Automovilistas (AEA) y el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) apoyan que se incremente el límite de velocidad en algunos tramos de autovías y autopistas, aunque difieren en la conveniencia de reducir el límite en las carreteras secundarias.

El presidente de AEA, Mario Arnaldo, ha expresado su "preocupación" por el criterio de implantación de los nuevos límites. "Nos da miedo que los diferentes criterios de las diferentes jefaturas de Tráfico conviertan España en un reino de taifas en materia de seguridad vial, con criterios dispares que pongan en riesgo la credibilidad de los límites establecidos", ha añadido.

En cuanto a la reducción de la velocidad máxima de 100 a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales con arcén de 1,5 metros, el presidente de AEA lo ha considerado "un disparate", ya que la mayoría de accidentes mortales ocurren en vías secundarias, pero no en ésas, sino en las que tienen un límite máximo de 90 kilómetros por hora.

Arnaldo ha incidido en que en la alta siniestralidad de las vías secundarias influye no sólo la velocidad máxima permitida, sino el estado y la conservación de las vías.

Por su parte, la responsable de comunicación del Comisariado Europeo del Automóvil, Nuria Alonso, ha expresado su apoyo tanto al incremento de la velocidad en algunos tramos de carreteras de alta capacidad, siempre que no implique peligrosidad, como a su reducción en carreteras secundarias, ya que éstas concentran el mayor número de accidente mortales.

Ha recordado que el CEA aboga desde hace tiempo por aumentar la velocidad en las vías con más de un carril por sentido porque su estado es mejor que hace años y los coches también cuentan con más elementos de seguridad.

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