Las vacaciones más esperadas

Fernando Ónega no pasa un solo verano sin visitar «a miña terriña», como él se refiere a su pueblo natal, Mosteiro, en Pol. Cada mes de agosto acude -y no ha fallado ni un solo año- a su cita con los suyos. «Es un juramento que me hice de niño aunque, en parte, lo estoy incumpliendo. La promesa se basaba en visitar Lugo una vez al mes», explica entre risas.

Las vacaciones estivales de Ónega empiezan siempre el 25 de julio: «Pase lo que pase y aunque se hunda el mundo, ese día estoy saliendo con las maletas por la puerta de mi casa». Este año su destino será México, un país que seduce al periodista lucense. Durante diez días recorrerá el estado de Guerrero, una zona que aún no conoce y que periodísticamente le parece muy interesante. Su segundo destino -y para no perder la costumbre- será la isla de A Toxa, donde tiene previsto pasar unos días. «Soy de los que le gusta la playa, pero no para estar más de una hora. Disfruto más mirando el mar», reconoce.

La llegada a Lugo está prevista para el 10 de agosto. «Es algo que llevo en el ADN», bromea. En Mosteiro se reúne toda la familia, así que aprovechará para reencontrarse con esta y sus amigos de la infancia. «Este año me toca ir de hotel, porque estamos arreglando la casa familiar», cuenta. Ónega se confiesa un amante del río Azúmara y la visita a estos parajes es obligada. «Donde esté un recodo del Azúmara en el que se puedan ver saltar las truchas y volar una lavandera, que se quite todo lo demás...», suspira.

ACUÑA, EN BARREIROS

También amante de su tierra donde los haya se confiesa el diseñador Jorge Acuña. Así que la casa de sus padres en Barreiros es el lugar ideal para descansar y huir de la rutina durante unos días. Allí lo esperan con los brazos abiertos familia y amigos, puntales muy importantes en la vida de Acuña, según él mismo reconoce. Así lo lleva haciendo desde hace 20 años y son, sin duda, de las vacaciones de las que más disfruta en todo el año. «Me resulta muy relajante y, aunque pueda parecer un tópico, me ayuda a inspirarme a la hora de enfrentarme a nuevos diseños», explica.

Jorge Acuña confiesa que no es muy playero, sino más bien de hamaca en el jardín. «No me gusta la arena, pero sí me encanta ver el mar mientras tomo el sol y pasear por el puerto», asegura. En su casa de A Mariña tiene previsto pasar 15 días y después, dependiendo de su trabajo, asegura que le encantaría poder hacer un viaje por Asia. «Es verdad que la crisis nos ha obligado a todos a apretarnos un poco el cinturón, pero yo he tenido una buena temporada que me permite poder disfrutar de unas buenas vacaciones», reconoce.

INTENSA ACTIVIDAD DE MURADO

Su apretada agenda de trabajo va a marcar las vacaciones estivales de Antonio Murado. El pintor, que reside en Nueva York desde hace ya muchos años, está inmerso en la preparación de una exposición para Vilaseco-Hauser en A Coruña, y esto le impide abandonar el encierro de su estudio. La Exposición Internacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Chicago, que se celebrará del 19 al 22 de septiembre, es otro evento en el que Murado tiene puestas sus miras y para el que también está trabajando con tesón. Por eso asegura que aprovechará los fines de semana para descansar y disfrutar en una cabaña que tiene en las montañas Catskills, a solo dos horas y media de la capital estadounidense. «Allí aprovecho para cargar las pilas, pero también para trabajar en un taller de madera donde disfruto al máximo», reconoce.

Pero por encima de todo, el pintor no fallará a su cita con Lugo, donde se reencuentra con los suyos y recarga pilas de cara a la temporada otoñal. «Eso será a principios de septiembre y, en principio, estaré un par de semanas», concluye.

CENTENO, DE VISITA A TOLEDO.

Marcado también por su trabajo como chef, Rafael Centeno reconoce que disfruta de sus vacaciones de verano de una forma un tanto singular. Su restaurante, Maruja Limón, aprieta el ritmo en verano, así que él es de los que deberá esperar a finales de septiembre o principios de octubre para hacer las maletas y marcharse a Toledo, tal y como acostumbra desde hace unos años. En la ciudad manchega residió parte de su infancia y allí conserva buenos amigos con los que le gusta compartir unos días. «Después me iré hacia la zona de Andalucía, pero eso ya será más adelante. Tengo que confesar que soy más de playa que de montaña», aclara.

JUAN LUIS MÉNDEZ SE CONFORMA CON ESCAPADAS

El empresario vinícola de la Ribeira Sacra Juan Luis Méndez confiesa que solo se puede coger dos semanas de vacaciones al año, y precisamente en verano su bodega, Vía Romana, es cuando más tiempo le reclama. «La crisis nos obliga a todos a hacer un sacrificio en estos momentos, pero aun así aprovecho los fines de semana para hacer escapadas y desconectar un poco», explica.

El propietario de Vía Romana asegura que las vacaciones que nunca perdona son las que en febrero le llevan hasta Formigal a esquiar con unos amigos. Así lo lleva haciendo desde hace nueve años y afirma que es el descanso que más le ayuda a desconectar.

Llegada ya la época estival, Juan Luis Méndez aprovecha los fines de semana para recorrer Galicia y terminar de conocer una tierra que le atrae de principio a fin. «Me gusta mucho el turismo rural y tengo pendientes las zonas de Verín y Xinzo de Limia», dice. Además, el puente de Santiago Apóstol se marchará a tierras portuguesas, a la zona del Algarve, para pasar unos días de asueto.

Y, aunque el bodeguero busca el descanso en sus vacaciones, es casi inevitable que el trabajo no haga acto de presencia en sus momentos de ocio. «En los viajes que hago siempre aprovecho para descubrir restaurantes y, de paso, conocer a nuevos clientes», apunta.

Las inclemencias meteorológicas que afectaron a la comunidad gallega durante los primeros meses del año han influido negativamente en el negocio vinícola, tal y como reconoce este empresario. Sin embargo, aunque está viviendo momentos complicados que le exigen un esfuerzo máximo, Juan Luis Méndez explica que este año intentará seguir fiel al turismo de fin de semana, que es el que más disfruta.

Seducidos por la geografía lucense

Lugo es un importante destino vacacional, escogido por múltiples caras conocidas para disfrutar de sus días de descanso.

Julia Otero

La periodista llevaba muchos años sin visitar su tierra natal de A Penela, en Monforte, pero desde hace cuatro años ha recuperado sus estancias en la zona. Tanto es así que se ha animado a rehabilitar su casa natal.

Pau Gasol

Su relación sentimental con la quiroguesa Silvia López trae con frecuencia al deportista a estas tierras gallegas.

Miguel Ángel Revilla

El político tampoco perdona la visita a la que fue la tierra de su suegro, A Pontenova.

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