Las sesiones

Título original: The surrogate. Director: Ben Lewin. Reparto: John Hawkes, Helen Hunt, William H.Macy. Cines: As Termas. Calificación: 2 / 4

A FINALES de los ochenta, el poeta y articulista Mark O’Brien escribe un relato periodístico y en primera persona sobre su vida con un pulmón artificial y su decisión de dejar de ser virgen a los 38 años. O’Brien contacta con una terapeuta sexual y se somete a la seis sesiones rigurosamente marcadas por la agenda de la profesional. La idea primera es de un sexo aséptico, con hora y fecha señalados y un lugar contratado previamente; una especie de ejercicios gimnásticos que matarán la curiosidad del protagonista y le servirán para componer un relato auténtico y biográfico con el que ganarse unas perras. El resultado es el descubrimiento de una nueva vida, y un dominó de temblores emocionales provocados por el protagonista en todas aquellas personas que entran en algún tipo de relación con él.

‘Las sesiones’ es una película optimista que se deja llevar por las emociones del relato y las buenas intenciones del entorno. Una comedia amable cuyo mérito más sobresaliente es el modo en el que trata temas poco habituales en el cine de multisala con un control exquisito de la sensibilidad y un equilibrio complicado con el efectismo de lágrima fácil. Y esa quizá es su losa. En ese afán desmedido por no incomodar lo más mínimo y limar las posibles asperezas, pasa de puntillas por los temas transversales por los que se cruza: además de los elementos ya conocidos, la religión (en este caso católica y judía) y su papel en la compleja realidad del protagonista.

Ben Lewin se encomienda a sus actores para que todo esto no se le vaya de las manos. John Hawkes, siempre infalible, compone a su personaje usando sólo los músculos del rostro y sin apenas un primer plano vertical de su cara. Helen Hunt es una terapeuta sexual que se va despojando de la impersonalidad y la asepsia del oficio, y va derivando en una extraña amante. Y a Willam H. Macy le toca el personaje más agradecido: un sacerdote católico que, pese a la sorpresa inicial, apoya a O’Brien sin fisuras en la consecución de su objetivo y le aconseja en su papel de confesor. ‘Las sesiones’ es una de esas películas independientes con buenos actores y bajo presupuesto que crecen en poco tiempo y encuentran acomodo en estos meses previos a los Óscar. Propuestas luminosas, poco afiladas y sin intenciones perturbadoras hechas para agradar y extender un halo de amabilidad que no llega a empalagar por escasos milímetros.

Comentarios