Los trabajos de arqueología subacuática, que la Consellería de Cultura e Turismo ordenó efectuar entre el pasado 28 de septiembre y el 17 de octubre en las rías de Viveiro y de Ribadeo, para iniciar el inventario de los fondos existentes, han permitido localizar hasta seis pecios en el primero de los estuarios mencionados y descubrir otros tres, en el ribadense, donde los restos de un navío de finales del siglo XVII, cuya procedencia puede ser holandesa o inglesa, dan pie a investigar sobre los naufragios y el paso de corsarios por este puerto.
«Os materiais achados en Ribadeo demostran a importancia que ao longo da historia tivo este porto», confirmó ayer el jefe del servicio de Arqueología de la citada consellería, Eugenio Rodríguez, durante el balance de los trabajos, que se presentó ayer en el Club Náutico de esta localidad; un acto que contó con la presencia del jefe territorial de Cultura en Lugo, José Carlos Rodríguez Andina, así como con la del director general de Patrimonio Cultural, José Manuel Rey, y el director de las prospecciones, el arqueólogo de la empresa Argos, Ignacio Crespo.
Los trabajos desarrollados en Ribadeo, gracias a las indicaciones aportadas por el club de submarinismo Illa Pancha, permitieron localizar los restos de dos navíos hundidos al sur del Puente de los Santos, en la bocana del puerto de Porcillán, uno correspondiente a un vapor de palas de finales del siglo XIX, que conserva gran parte de la quilla y que sobresale unos dos metros del fondo y otro, de finales del XVII, sobre el que los investigadores no tenían documentación, así como una pieza de artillería naval, en las inmediaciones del Fuerte de San Damián.
La prospección geofísica, mediante aparatos como el sónar de barrido lateral, llevó a detectar hasta once anomalías de posibles pecios en la ría de Viveiro.
Los trabajos confirmaron, como señaló Crespo, «o expolio do navío Santa María Magdalena, onde aínda se localizaron algúns restos cerámicos». Esta nave y el bergantín Palomo, que pretendían liberar Santoña de las tropas napoleónicas, naufragaron por un temporal en 1810, en la que fue la mayor catástrofe náutica de estas costas, en la que perecieron 550 tripulantes. Por el contrario, los arqueólogos comprobaron que los restos de una nave flamenca hundida en el XVI en Morás, localizada en 2008, «tivo un resultado excepcionalmente positivo polo estado de conservación». Aparte, los pescadores de la zona señalaron otros seis pecios significativos en el exterior de la ría de Viveiro.
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El alcalde de Ribadeo instó a los responsables autonómicos a realizar una segunda prospección para «sacar todo o que de valor quede no fondo para evitar o seu expolio». A este respecto, el director xeral de Patrimonio Cultural, José Manuel Rey, advierte de que «xa existe unha estreita colaboración entre a Policía e a Garda Civil do Mar para vixiancia», pero aún así, pidió la colaboración ciudadana «para que denuncien o que consideren sospeitoso». Con todo, responsables autonómicos recordaron que «é moi difícil que rouben porque, por exemplo para poder sumerxirse nesta zona fai falla un permiso da Xunta». Los arqueólogos calculan que hallaron en estos trabajos 300 piezas. Muchos de los objetos encontrados se trasladaron por seguridad al Museo do Mar de Galicia, en Vigo, aunque Rey advirtió de que «poderán volver á Mariña lucense para formar parte de exposicións temporais se así se acorda cos concellos interesados». ÁNFORAS. Del siglo XVII
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