A pesar de que las fiestas patronales terminaron oficialmente este jueves, el tiempo seco y soleado y la coincidencia el fin de semana justo después del festivo que les pone fin ayudarán a prolongar el ambiente festivo unos días más en la capital. Las reservas en hoteles y restaurantes de la ciudad, así como en las casetas del pulpo, hacen prever que en los tres días que restan de puente siga habiendo gran afluencia de visitantes.
En el Gran Hotel, por ejemplo, estaban al 100% de ocupación este jueves y para la noche del sábado al domingo ya estaba reservado el 85% de las habitaciones. En el hotel Méndez Núñez, tenían este jueves el 80% de sus plazas ocupadas y para la noche principal del fin de semana las reservas eran ya del 90%, según explicó Jacobo García-Bobadilla, quien indicó que del 5 al 8 estuvieron tuvieron completo y el día seis incluso tuvieron que derivar clientes a otros sitios. En el Pazo de Orbán también apuntaron que habían agotado para todo este puente las plazas de alojamiento de que disponen.
Quienes buscan lugar para comer el sábado o el domingo se encuentran ya dificultades para poder hacer una reserva
En otras zonas de la ciudad, la previsión era similar, según señalaron en los hostales Bríos y Darío, prácticamente completos para estos días que se avecinan.
Los datos apuntan, así, que el tirón lo han vivido por igual los hoteles de más estrellas y los hostales, que también han notado la capacidad de atracción de unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional.
Quienes buscan un lugar para comer el sábado o el domingo se están encontrando que en algunos restaurantes de la ciudad, sobre todo en los que tienen tradición de servir pulpo, tienen ya muchas de sus mesas apalabradas, especialmente para sábado y domingo, lo mismo que en las casetas del ferial, donde este jueves hubo colas hasta media tarde para entrar a comer.
No solo la hostelería ha notado la llegada de visitantes. También espacios culturales de referencia han tenido afluencia los últimos días y, en algunos casos, incluso reforzaron la oferta. Así, por ejemplo, el Museo Catedralicio amplió las jornadas de visita con motivo de las fiestas y abrió al público el domingo, jornada en la que habitualmente cierra.
