Las preocupaciones de Bretón

Las conversaciones telefónicas de José Bretón desde que denunció la desaparición de sus hijos el 8 de octubre de 2011 hasta que fue detenido nueve días después dejan claro cuáles fueron sus principales preocupaciones en esas fechas.

La llamada que Bretón hizo al servicio de emergencias 112 cuando dice que perdió a sus hijos muestra a un padre aparentemente angustiado por la desaparición.

Preocupado por que el operador tome buena nota y clara de dónde vio a sus hijos por última vez. Preocupado por saber cuál será el siguiente paso del 112 y qué tendría que hacer él en ese momento.

Cuatro días después de la desaparición, Bretón llama a una abogada para que le oriente de cómo tiene que actuar conforme a lo que le está ocurriendo.

Su principal preocupación en ese momento es el "acoso" que está sufriendo por parte de los medios de comunicación y las "filtraciones" de la investigación que se están produciendo. Ni una muestra de preocupación por sus hijos.

Ese mismo día, Bretón llama a un amigo suyo, que pertenece a la Guardia Civil, para decirle que la Policía le está preguntado mucho por sus hijos y por la finca de "Las Quemadillas", que está siendo acosado por la prensa y que los agentes no creen su versión.

Una preocupación que se acentúa el 14 de octubre, cuando en otra conversación con el mismo amigo, le comenta que sigue sin abogado y que averigüe por él lo que está ocurriendo. Los niños siguen sin aparecer en sus conversaciones.

Dos días más tarde llama a su exmujer Ruth Ortiz, que pocos minutos antes había leído una emotiva carta dirigida a sus hijos durante una manifestación en Huelva.

Menos de un minuto dura esa conversación con la madre de sus hijos, en la que le dice que le ha gustado mucho la misiva y que él ha sido quien ha perdido a los niños y él deberá traerlos de vuelta. Su única preocupación es que Ruth crea sus palabras.

Desconcertante llega a ser la llamada de más de treinta minutos de duración que mantiene con una antigua amiga al instante de colgar a su exmujer.

La única preocupación de Bretón en ese momento es tratar de recuperar una relación que ni siquiera tuvo con esta amiga catorce años atrás. El padre de los niños no los menciona y comienza sin descaro a cortejar a su amiga tratando de quedar con ella en días sucesivos.

Parece que la preocupación de Bretón es iniciar una relación sentimental con esta mujer mientras que los investigadores no paran de interrogarlo al sospechar de él como único responsable de la desaparición de sus hijos.

No tarda ni 24 horas en llamar por última vez a Ruth. Lo hace minutos antes de ser detenido y su exmujer le reclama que le devuelva a los niños. "Te los llevaré, tarde más o tarde menos", sentencia Bretón antes de colgar el teléfono.

En ese momento, la preocupación de Bretón es que Ruth Ortiz siga manteniendo alguna esperanza en que podrá recuperar a sus hijos y que será él el que se los llevará de vuelta. No muestra, sin embargo, preocupación alguna por saber dónde están y qué les ha podido ocurrir a sus hijos.

Tras finalizar hoy todas las pruebas testimoniales, periciales y documentales, el juicio se reanudará el lunes con los informes finales de todas las partes, momento en el que el jurado se retirará para deliberar.

Quizás sea en ese momento cuando Bretón se muestre preocupado por lo que realmente le pasó a sus hijos, lo que le puede llevar a ser condenado a 40 años de prisión o quedar en libertad, su única obsesión y preocupación desde que Ruth y José desaparecieron hará el lunes justo 21 meses.

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