La silueta del castillo de Pambre es uno de los iconos más representativos de la comarca de A Ulloa pero, al contrario de lo que se pensaba, esta fortaleza no fue concebida como una obra acabada, sino que su forma actual es fruto de, al menos, seis fases constructivas, que desvelan cómo el edificio se fue adaptando a las necesidades de sus promotores.
Las obras de restauración, que ya han entrado en su fase final, han desvelado múltiples datos sobre los orígenes de este edificio. «As excavacións arqueolóxicas xa están rematadas, pero os traballos de lectura dos paramentos achegaron tamén moitos datos sobre a concepción dalgúns espazos», explica Mario Crecente, el arquitecto que dirige el equipo multidisciplinar que trabaja en la rehabilitación de la fortaleza.
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