A nadie se le escapa que desde que comenzó el invierno las lluvias están siendo muy continuadas. De hecho, ya pasada la Semana Santa, las precipitaciones siguen teniendo lugar día sí y día también en la comarca. Esto se ha traducido en muy malas noticias para el campo, ya que en una primera estimación los profesionales del campo mariñano consideran que las pérdidas en la producción agrícola podrían situarse en torno al 25 o incluso al 30%.
No es sencillo para ellos hablar de porcentajes, ya que estas pérdidas se estiman ahora, pero se contabilizan después. El problema está en que al no haber cesado las lluvias, no se puede iniciar la plantación, y esta responde a criterios estacionales. Por ejemplo, «as patacas prántanse entre febreiro e marzo e recóllense en maio ou xuño pero é que agora mesmo non se pode prantar nada porque aínda non se pode andar na terra mentres non asente un pouco», explicó Elia Rodríguez, de Finca As Fadegas, en Ribadeo.
El caso más llamativo y el más preocupante ahora mismo es el de las patatas, porque este tubérculo ya debería estar plantado y el retrasarlo supondrá un pérdida o bien de calidad o bien de producción. «A verdade é que é o primeiro ano que vexo que chova tan seguido», explica Montse Otero, de Ecoadellao, que posee una huerta ecológica en Lourenzá.
