El trasvase de las cuotas de pesca centró buena parte de la primera sesión de la décimosexta edición de las Jornadas Técnicas de Pesca de Celeiro que organiza la cofradía y el grupo Puerto de Celeiro. El simposio pesquero, que hoy clausurará la conselleira de Mar, Rosa Quintana, abordó la transferencia de los derechos de pesca de distintos puntos de vista. La reforma de la Política Común de Pesca (PPC) incluye esta propuesta, demandada por una parte del sector de altura de A Mariña lucense.
El investigador de Azti Tecnalia (País Vasco), Martín Aranda, expuso las directrices del proyecto europeo. El objetivo es la implantación generalizada de los sistemas de ITQs (cuotas individuales) entre los buques de más de 12 metros de eslora y todos los de arrastre, por un máximo de 15 años.
La reforma asigna a armadores nacionales fracciones del TAC (total admisible de cuotas) asignado a un estado. El proyecto prevé asimismo la posibilidad de que las cuotas sean transferibles y arrendables. En manos de cada país deja los criterios para su reparto e incluye un sistema de vigilancia para garantizar el cumplimiento de las condiciones de uso.
Aranda incidió en que la aplicación de este sistema de gestión contempla multas en caso de infracción e incluso podría suponer el retiro de la concesión, que también se perdería, por tres años, si no se utiliza. En estudio está el pago de un canon para recuperar parte del coste de gestión.
Ajuste
Diferentes estudios indican que este sistema ayuda a frenar la carrera por pescar sin límite, da flexibilidad para ajustar la capacidad de la flota a las posibilidades de pesca, pero además genera un sistema de ganadores y perdedores al decidir quienes merecen recibir esas cuotas individuales, y advierten de que los aspectos socioeconómicos deben considerarse.
El método tiene inconvenientes, sobre todo el impacto negativo en el empleo. De hecho, el responsable de Pesca de la organización ecologista WWF en España, Raúl García, subrayó que en los últimos 15 años se perdieron más de 25.000 empleos en el sector en Galicia, cuya calidad de vida se degradó. Otra desventaja es la acumulación de riqueza en pocas manos, pero Europa define instrumentos para corregir desviaciones.
El ecologista situó la sostenibilidad como el objetivo y lamentó que hasta ahora no se aplicase ese criterio en nuestro país. García recalcó que «el recurso es limitado, no hay tarta para todos y hay que repartir pesquería por pesquería, porque si no se mantienen las poblaciones, será difícil continuar con la actividad». Además, apuntó que las capturas están estabilizadas desde finales de la década de 1980. En Europa, el 87% de las pesquerías están sobreexplotadas.
Raúl García situó las ITQs como una herramienta, pero no la única, y subrayó que es necesario evitar conflictos entre flotas y monopolios. Desde WWF proponen que el rendimiento máximo sostenible (RMS) se fije en función de la biomasa, planes de gestión a largo plazo, descentralización de esta con participación y cogestión. Además, abogó por desligar los acuerdos pesqueros del pago por acceso a caladeros.
Por su parte, el profesor del Instituto de Frío del CSIC, Javier Borderías, explicó los métodos para valorizar los subproductos de la pesca. El investigador hizo un guiño a los descartes -pescado que se tira al mar- porque brindan nuevas posibilidades.
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Postura |
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La delegada de la Xunta en Lugo, Raquel Arias, también aludió en la inauguración del simposio a que la Consellería de Mar apuesta por elevar las cuotas de los recursos, que «según los estudios científicos están mejor de lo que apuntan desde la Unión Europea». Arias defiende que la flota mariñana requiere atención «para evitar desastres como el ocasionado por el recorte del 93% de las capturas de lirio, que causó pérdidas de 7,7 millones de euros» en A Mariña. Voz única Arias abogó por «una voz única» para defender al sector en Europa. Así recalcó la importancia de consensuar la Política Común de Pesca y la apuesta de la Xunta por el sistema de derechos transferibles de la pesca. |
