Las hierbas del Camino

TRES UNIVERSITARIOS, la posibilidad de hacer un máster sobre creación de empresas y unos terrenos familiares, unidos a la capacidad emprendedora de sus protagonistas, fueron suficientes para poner en marcha Milhulloa en el año 2001, una cooperativa agraria, pero muy distinta a las que son mayoría en la provincia.

Xaquín Rodríguez, licenciado en Empresariales; Chus Expósito, farmacéutica, y Carmela Valiño, bióloga, confiaron en las plantas medicinales como base para un proyecto empresarial. La infraestructura inicial fueron diez hectáreas de terreno y un antiguo establo, en el que se acondicionaron las distintas dependencias de la cooperativa.

El proceso es sencillo. Las plantas se cultivan según los distintos periodos del año, se recogen y, a continuación, pasan por un proceso de selección. De ahí, son introducidas en unas secadoras industriales, en las que la temperatura depende de cada planta y del uso al que vayan destinadas.

En el laboratorio se crean los distintos productos y se efectúan las pruebas necesarias para cumplir con todos los requisitos sanitarios que les exige la Administración.

Tras el empaquetado, el producto está dispuesto para ser transportado a los puntos de venta.

Artemisa, milenrama, caléndula o albahaca son sólo unas pocas de las especies que crecen en una finca situada a los pies del Camino de Santiago. Precisamente esta coincidencia llevó a los promotores de la cooperativa a investigar antiguas recetas de los monasterios y hospitales jacobeos. En nada tienen que ver, eso sí, con los productos que salen de la minifactoría de Palas de Rei.

Infusiones y oleatos
Con una paquetería muy bien diseñada, las numerosas infusiones y oleatos llegan al mercado gallego. La cooperativa ha ido ampliando sus puntos de venta y adaptándose a la demanda.

Hay bálsamos casi para todo. Que usted sufre dolores musculares o problemas circulatorios, el de aceite almendras dulces, con extracto de eucalipto y romero, le puede ir muy bien. Si usted tiene psoriasis o una irritación en la piel, puede recurrir a un oleato de aceite de almendras con extracto de espliego, caléndula y milenrama. Hasta las varices tienen su remedio.

Por su parte, las infusiones también tienen su aplicación médica. La melisa está indicada para personas con ansiedad, hipertensión o dolores de cabeza; la caléndula, para la anemia, ya que aumenta los glóbulos rojos; la milenrama, para la buena digestión, náuseas y vómitos, y el orégano, para afecciones del aparato respiratorio, como tos seca, bronquitis o resfriado común.

Los promotores reconocen que la cooperativa ha resultado en su caso ser una buena fórmula empresarial. "Lo más difícil fue abrir mercado, pero hoy estamos desde cafeterías, con las infusiones, hasta ultramarinos, pasando por establecimientos de productos ecológicos», señala Carmela Valiño.

Comentarios