Las granjas lucenses sobreviven al límite

El incremento de los costes de producción, la pérdida de las cosechas debido a la sequía, los ataques de la fauna salvaje y la falta de recuperación del precio de la carne y la leche ponen en peligro la continuidad de las empresas del sector ganadero y agrícola.

subsistir, desde hace un año, es una labor complicada para las explotaciones ganaderas y agrícolas de la provincia de Lugo. Los granjeros que resisten lo hacen al límite porque los costes de producción -electricidad, gasóleo, piensos- aumentan a gran velocidad mientras que el precio de los productos agroganaderos, como la leche o la carne, no se recupera desde hace tiempo.

El coste del gasóleo es uno de los que se ha incrementado desmesuradamente en el último año. A principios de 2010 el litro costaba 70 céntimos y desde la pasada primavera el precio supera el euro. Esta subida repercute en los precios de los productos derivados del petróleo como pueden ser la lona de silo, el plástico o el hilo de determinadas máquinas agrícolas. Además, hay que sumar el coste de los servicios de las empresas externas, que se incrementan para compensar la subida del gasóleo.

El ganadero Manuel Varela, vecino de Outeiro de Rei, se considera afortunado «porque mercara gasóleo en cantidades industriais e tíñao almacenado antes de que subise tanto. Pero cando tiven que contratar un servizo a outra empresa no que se empregou o tractor cobroume 30 euros máis que no 2010 para compensar a suba».

Según los datos que maneja el sindicato Unións Agrarias (UU.AA.), el gasto extra de este año para una explotación media, de entre 30 y 50 vacas, se cifra en 1.050 euros, a los que habría que sumar el aumento de los costes de servicios de empresas externas.

En el caso de la electricidad, desde la liberalización del mercado en julio de 2009 las tarifas experimentaron subidas constantes. Con la entrada del 2011, «los consumidores acogidos a la tarifa de último recurso (TUR) vieron incrementado el coste un 10,64% en el caso de los que no tienen discriminación horaria -pagan igual el consumo en cualquier momento del día- y en un 18% los que tienen la citada discriminación -establece dos precios según el momento del día-.

El precio de la energía eléctrica consumida en una explotación ganadera media de leche supone un sobrecoste de 588,36 euros este año. El incremento es menor si se trata de una de carne, según UU.AA. Manuel Varela reconoce que las facturas engordaron y que ahora paga «100 euros máis por cada dous meses».

Sequía

Los gastos se ven agravados por las pérdidas provocadas por la sequía de la pasada primavera, la menos lluviosa de los últimos 50 años. «O impacto fundamental da escasa choiva caída nos últimos meses estase vendo reflectido na segunda corta de herba para ensilar, con diminucións de ata o 50% en moitas expoltacións. Tamén é imposible facer pastoreo ao aire libre porque as praderías están secas dende hai máis dun mes e hai perigo de perder a colleita de millo forraxeiro, que é a fonte de alimentación de gando que dá máis seca dixerible por hectárea», señalan fuentes del Sindicato Labrego Galego (SLG).

En esta situación, las explotaciones de carne y leche se verán en la obligación de comprar alimentación para el ganado en tiendas. «Os gandeiros están facendo compras de alfalfa a uns 215 euros a tonelada e de palla a uns 78 euros. Para unha explotación media con 37 vacas de leite, o gasto extra para alimentar a facenda será duns 8.000 euros, mentres que para unha explotación de carne o gasto a maiores será duns 6.000 euros», indica el coordinador de sectores gandeiros del SLG, Xabier Gómez Santiso,

Los precios del pienso también han aumentado considerablemente por la sequía. Entre enero y marzo de este año el pienso para vacuno de leche subió un 27,86%, el de los terneros se incrementó un 9,90%, la cebada un 27,91% y el del maíz creció un 28,57%.

«A seca é algo inherente á nosa profesión. Hai que aguantar o cabreo. Teremos que adaptarnos á climatoloxía, sembrar millos máis rústicos ou cambiar o ciclo de produción para deixar descansar a terra», señala Varela.

Adolfo Cabarcos, ganadero de Xermade, asegura que es necesario darle un cambio de rumbo «ás políticas agrarias actuais, baseadas no consumo enerxético e químico masivo e culpable dunha parte importante das emisións de CO2 á atmósfera. Hai que buscar un modelo agrícola máis centrado nos mercados laborais, na venda directa, no consumo de produtos da tempada e en labores respectuosos co medio e coa saúde das persoas».

Ayudas

Los sindicatos piden apoyo a las administraciones. El SLG exige a la Consellería de Medio Rural la creación de una línea de ayudas destinadas a hacer frente a las pérdidas producidas por la sequía en los sectores ganadero y agrícola.

UU.AA. considera que el plan para mejorar la financiación del sector agrario 2011 por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) no está dando solución a la situación actual, por lo tanto demanda la puesta en marcha con carácter urgente de otras medidas. Reclama que las ayudas directas pasen de 7.000 a 15.000 euros, llegando así al máximo permitido por la normativa, como hizo Francia.

Pide también a la Xunta líneas de financiación con una carencia especial en los préstamos y una línea especial para el aprovisionamiento de forrajes por parte de las explotaciones antes de que el precio de compra de los mismos en el mercado se incremente más.

Unións Agrarias reclama medidas reales para la movilidad de tierras agrarias y la creación de un organismo que sea capaz de supervisar objetivamente los precios de la carne y la leche en el mercado para poder actuar de inmediato ante desajustes.

La Consellería de Medio Rural, por el momento, no se ha pronunciado ante estas propuestas ni ha facilitado datos oficiales sobre la situación de las explotaciones.

Tanto el sector de la carne como el lácteo no consiguen ajustar los costes de producción con los precios de venta, por lo tanto, el incremento de gastos reducirá aún más las ya escasas rentas de las explotaciones ganaderas. «A carne tén prezos de hai 30 ou 40 anos, estamos nunha situación moi grave», asegura Adolfo Cabarcos, mientras que el precio de la leche «non supera os 30 céntimos», señala Manuel Varela. «Os beneficios dos gandeiros vense reducidos. Agora traballan para sobrevivir e nalgúns casos afrontando contas correntes con valores negativos», destacan fuentes del sindicato UU.AA.

Fauna salvaje

Otro de los factores que mengua los beneficios de los ganaderos es la fauna salvaje. Según los sindicatos, este año se registraron más destrozos en las cosechas por el ataque de animales como el jabalí, el lobo, los cuervos, el venado o el zorro. Dependiendo de la zona de Lugo donde se encuentre ubicada la explotación, los ganaderos tienen problemas con unos u otros animales y en mayor o menor proporción.

En la zona de Xermade, según explica Cabarcos, el problema viene sobre todo por el lobo, el venado y el cuervo. «É unha cousa moi seria e a Xunta de Galicia parece que non o ten en conta. As indemnizacións que ofrece para paliar os danos son irrisorias. Ademáis, aínda están por pagar as do 2009. Os gandeiros gastamos moitos cartos en ter as leiras cerradiñas para non ter perdas na produción por culpa da fauna salvaxe e témolas igual», confiesa el ganadero.

«Non hai transparencia desde Medio Ambiente. Creo que terían que avisarnos cando soltan animais, para estar preparados. Este ano os ataques do xabarín en Outeiro de Rei son incribles. Unha noite que quedei gradando na terra vin catro ás luces do tractor, así que imaxínate os que non vin», asiente Varela.

Este ganadero asegura, además, que desde hace dos años hay una plaga de cuervos en el municipio, que le comieron más del diez por ciento de la semilla de maíz. Acusa a la Xunta de haberlos soltado porque el aspecto físico no es el mismo que el de las demás aves. «Teñen o pico diferente», afirma Varela.

Después de utilizar varios métodos para defender sus cosechas, como dejar la radio encendida, cañones con gas, pelo de personas que pedía a las peluqueras o cercas eléctricas, comprobó que ninguno da resultado porque los animales fueron buscando soluciones a todos estos obstáculos. «Baixo o meu punto de vista creo que autorizar a caza á espera sería unha boa proposta, xa que cando se realizan batidas para algún destes animais hai veces que os cazadores non matan nin unha peza polas exigencias que pide a Xunta de non matar ás femias», asegura el ganadero.

La Federación Rural Galega (Fruga) cree que las políticas de la Xunta no ofrecen soluciones a los problemas de los ganaderos. «O brutal recorte de axudas levado adiante polo Goberno de Alberto Núñez Feijóo está a dificultar a viabilidade de moitas explotacións agrogandeiras de Galicia. As cantidades que reciben os empresarios por parte da Xunta non serven nin para cubrir o un por cento dos danos que ocasiona o lobo cada ano», dice el responsable de sectores ganaderos de Fruga, Elías Somoza.

Este ganadero de Outeiro de Rei lleva varios años sufriendo pérdidas en sus cosechas por culpa de la fauna salvaje y todavía no ha recibido la indemnización por parte de la Xunta del año 2009. «Paso das indemnizacións, eu quero que dende a Xunta me den solucións», añadió Varela.

Los granjeros están haciendo frente a esta situación de la mejor manera posible. Manuel Varela, por ejemplo, confiesa que a la hora de llamar al veterinario ahora se lo piensa dos veces, antes lo llamaba siempre; o que aprovecha más la maquinaria vieja y no renueva la explotación tanto como le gustaría. Afirma también que «cando teña que pedir un crédito para darlles de comer ás vacas no día a día a historia acabouse e haberá que pechar».

Los vendedores de productos agrícolas y ganaderos también perciben la crisis del sector. José Manuel García, uno de los responsables de la empresa EcoAgro Castro, afirma que se perciben problemas para afrontar los pagos. «O gandeiro merca sempre coa intención de pagar. Agora teñen máis problemas para facelo, pero buscan solucións, ben mediante o pago a prazos, a fin de mes, ou levando sacos según a necesidade, cando antes mercaban para todo o mes», asegura el empresario. «Na tenda, polo de agora, as consecuencias da sequía non as estamos vivindo, imaxino que dentro duns meses cando os gandeiros acaben a pouca produción que puideron colleitar será máis visible na venda de pensos», aclara la otra responsable de la empresa, Sesa Anllo.

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