La integridad del teatro Pastor Díaz de Viveiro peligra debido a las goteras que tiene el edificio. Esta deficiencia data de su construcción, según desveló el regidor vivariense, Melchor Roel Rivas, en el último pleno. El alcalde afirma que hay que preguntar por su estado a quien recepcionó la obra, que presenta problemas de filtraciones al interior.
El munícipe explicó que en 2004 se repuso la cubierta donde están las rejillas de ventilación de la instalación de climatización, y en 2006 se reconstruyó la parte existente sobre los aseos de la primera planta, donde había «una cubierta de tablero, casi plana con cubrición de pizarra, que por falta de pendiente inundaba los aseos cada vez que llovía, dejándolos fuera de servicio», detalló Roel.
El alcalde asegura que es necesario sanear totalmente la cubierta sobre la zona de butacas, además de reponer limas, albardillas y canalones. También ironizó respecto a que la obra es de la misma época que la piscina.
Luz de obra
Melchor Roel aludió, asimismo, a que el teatro y el consistorio siguen con luz de obra, a pesar de que ya se colocó el transformador, pero están pendientes de la autorización de Industria.
El regidor añadió que «la potencia contratada es insuficiente» y subrayó que Begasa tiene que garantizar la potencia demandada, ahora limitada.
Esto impide el arranque de los ascensores, ya que, al ponerlos en marcha, saltan los diferenciales y se quedan sin suministro. Para que algún discapacitado los use, hay que cortar la luz otras dependencias. Además, el teatro está sin boletín de enganche, lo que supondrá un desembolso importante.
