El impacto social de las tradicionales ferias de libros ''aumenta desmesuradamente'', según la presidenta de la Federación de libreros, Pilar Rodríguez. Las ventas han crecido entre un 5 y un 8% el último año.
La tendencia hasta el momento apuntaba a un descenso no sólo del volumen comercial si no también de visitantes. Por lo que, desde la directiva de la federación se decidió realizar una serie de cambios que van desde lo físico de las casetas hasta la incorporación de las bibliotecas a estas iniciativas. Este año apostaron por la especialización de los tenderetes para ''romper la monotonía'' y, por primera vez en mucho tiempo, estos eventos gozan de un ''gran reconocimiento social''.
Para Rodríguez estas ferias son la ''animación a la lectura'' más importante que realizan desde el sector y aunque socialmente si obtienen resultados, asegura que económicamente no compensan en relación con el esfuerzo humano que suponen.
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21/abr./24
