Los arqueólogos de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y del Institut Català de Paleoecología Humana i Evolució Social de Tarragona que trabajan en Cova Eirós (Triacastela) recuperaron y documentaron esta campaña unas 900 piezas, una cantidad similar a la de las tres anteriores.
Todos estos materiales, de la época paleolítica, aparecieron en una superficie de alrededor de 21 metros cuadrados y hasta el nivel cuatro, el más inferior de la cueva, donde hasta ahora se dataron restos de 118.000 años.
Las excavaciones en la gruta finalizarán el lunes después de un mes de trabajo, en el que se duplicó la zona de excavación y trabajaron una decena de estudiosos.
Núcleo
Entre los materiales encontrados en los últimos días está un núcleo de cuarzo, una pieza de donde los habitantes de la gruta obtenían sus herramientas. Esta pieza es muy importante para los investigadores, ya que pueden conocer un poco más su forma de trabajar y obtener herramientas.
«O núcleo está coa mesma técnica ca un canto de seixo. Indica a pericia que tiñan os habitantes do Paleolítico Medio. É moi interesante, porque atopamos as lascas e agora o núcleo de onde saíron», explicó el arqueólogo Arturo de Lombera.
El especialista destacó el material hallado durante las cuatro semanas, que aporta nuevos datos, como la punta de lanza decorada y las lascas, a pesar de que los primeros días fueron de preparación de la zona de excavación.
Al ampliar el espacio de trabajo el equipo halló restos de animales y cerámica de época moderna, por lo que tuvo que retirarlos para llegar al nivel del Paleolítico. Estas piezas modernas estaban mezcladas con elementos de los niveles superiores, aunque parece que los más antiguos no se vieron afectados.
«As primeiras semanas foron de preparación do xacemento e a escavación realmente non empezou ata a segunda semana. En pouco tempo atopáronse gran cantidade de materiais, non só que redundan no coñecido, senon outras pezas que aportan novos datos, como da industria ósea e a punta Levallois», indicó.
Los especialistas pasarán ahora a trabajar en el laboratorio para estudiar las piezas y datarlas.
